La Fiscalía General del Estado de Jalisco (FGE) identificó restos óseos calcinados ocultos bajo una capa de tierra y una losa de ladrillo en el rancho Izaguirre, ubicado en la localidad de La Estanzuela, municipio de Teuchitlán. Este sitio, presuntamente utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ha sido señalado por colectivos de búsqueda como un “campo de exterminio”, donde se calcula que más de 200 personas habrían sido asesinadas con extrema brutalidad.
El hallazgo forma parte de las investigaciones de la Vicefiscalía en Personas Desaparecidas de Jalisco, que continúa explorando diversas áreas del terreno para encontrar más indicios. Hasta el momento, se han localizado tres hornos clandestinos, más de 400 pares de zapatos, maletas, ropa, bolsas con restos humanos y decenas de artículos personales.
#PoderFÁCTICO | En un rancho de Teuchitlán, #Jalisco, que funcionaba como crematorio clandestino del #CJNG, fueron hallados decenas de pares de zapatos y mochilas.pic.twitter.com/wKjRlniiHd
— Moviendo Ideas (@moviendoideas) March 7, 2025
Los restos óseos presentan un alto grado de calcinación, lo que dificultará su identificación. La cantidad de víctimas sigue sin determinarse, pero el rancho, con una extensión de casi 10,000 metros cuadrados, es considerado una fosa clandestina masiva.
Durante la inspección en el predio, las autoridades hallaron 96 casquillos de diversos calibres, aunque muchos estaban incompletos, deformes u oxidados. También se encontraron tres cargadores y un par de aros aprehensores metálicos, elementos que podrían ser clave para determinar los crímenes cometidos en el lugar.
Este rancho ya había sido investigado previamente en septiembre de 2024, pero las búsquedas continuaron debido a información proporcionada por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco. El grupo de familiares de desaparecidos había llegado al sitio el 5 de marzo de 2025, guiados por testimonios anónimos, y encontraron evidencias de crímenes atroces.
Según las primeras versiones de testigos y fuentes cercanas a la investigación, las víctimas del rancho Izaguirre habrían sido atraídas mediante anuncios falsos de ofertas de empleo. Una vez en el sitio, fueron utilizadas por sicarios del CJNG para entrenamiento en tortura y mutilación. Se habla de prácticas como la extracción de órganos mientras las víctimas aún estaban con vida, e incluso canibalismo.
El año pasado, una llamada anónima llevó a la Guardia Nacional a realizar un operativo en el mismo predio. En esa ocasión, tras un enfrentamiento, lograron arrestar a 10 personas, liberar a dos secuestrados y localizar un cuerpo. Sin embargo, el rancho siguió en operación hasta la reciente intervención del colectivo y las autoridades.
Las integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco exigen a la Fiscalía que informe qué se hará con los restos y pertenencias halladas en el lugar para poder comunicarlo a los familiares de las víctimas.
Mientras tanto, el rancho ha sido asegurado y nombrado Campo de Exterminio Izaguirre, un reflejo de la brutalidad con la que el CJNG operó en la zona.