Puebla, entre esperanzas y sueños rotos

Por: Alberto Pacheco

@AlbertoPacheco_

COMPARTE:

Facebook
X
WhatsApp

Por Alberto Pacheco

@albertopacheco_

Se debe construir una política industrial que con una visión y acción estratégicas, incentive el involucramiento de los centros de educación y emprendimiento, que nos lleve a desarrollar una nueva clase empresarial realmente innovadora, partícipe de sectores tecnológicos, generadores de conocimiento.

Puebla, acabará este año como la quinta entidad menos competitiva de México, pese a la retórica festiva del Secretario de Economía, pese al lanzamiento de la marca Invest In Puebla, pese a repetir una y otra vez que Puebla es el asiento de los negocios, la realidad, termina por ser brutal y Puebla si es el asiento, pero de la precariedad laboral, de la informalidad laboral, de la falta de oportunidades para el mejor talento, de las INVERSIONES CANÍBALES…

Pasamos en tan solo un año, del lugar 22, al 28 en competitividad, siendo superados por Entidades como Tlaxcala, Veracruz, e incluso, Zacatecas.

Siendo el resultado de carecer de una política industrial moderna, que no solo sea inclusiva con todos los actores del desarrollo, sino que también, articule una eficiente integración de las regiones con mayor potencial del Estado.

Los ayuntamientos no hacen nada por abonar al desarrollo competitivo de Puebla y se limitan, a dejar todo en manos del Estado y la Secretaría de Economía, teniendo esta última, una completa falta de creatividad, visión y tristemente, competencia.

Absolutamente todos los logros que el secretario de Economía ha presentado, son el resultado de las dinámicas naturales de las empresas ya asentadas en Puebla, y no,  el resultado de una política industrial de vanguardia.

Puebla no tiene una visión clara de adonde quiere o debe ir y todo se reduce a acciones de autoridad, que en el mejor de los casos, aspiran a no empeorar más las cosas –algo que por supuesto, no se ha conseguido-. 

Puebla sigue atascada en la etapa de manufactura y en nada nos hemos movido, a los procesos de INNOVACIÓN + DESARROLLO, esos que sí generan prosperidad y atraen y retienen al mejor talento.

Naves de pintura y líneas de ensamblado de vehículos eléctricos, no nos convierten en en un hub, simplemente, seguimos armando vehículos con piezas diseñadas, desarrolladas y construidas en otros países.

En pocas palabras, Puebla sigue lejos, pero muy lejos, de los eslabones más valiosos de las cadenas de valor.

Por otra parte, Puebla sigue dependiendo de sobremanera del sector servicios para llenar las estadísticas de empleo que se leen a conveniencia, porque si bien, este sector es el ponderante y es bastante expansivo en la creación de puestos de trabajo, es muy poco eficiente en lo productivo y los empleos que genera son en su gran mayoría, precarios e incluso, informales, dentro de las propias empresas formales.

Hoteles, restaurantes, bares, súper mercados, tiendas de conveniencia etc. Siguen en auge en Puebla, pero son poco o nada intensivos en innovación y por supuesto, ofrecen salarios que apenas y llegan al mínimo y solo en muy pero muy contados casos, ofrecen pagos mayores a 2 salarios mínimos.

Si queremos ser finalmente el asiento de las empresas más innovadoras, el lugar adonde se desarrolle y atraiga al mejor talento, el paraíso de los emprendimientos de alto valor añadido, urge, que desde ya, el gobernador electo –Alejandro Armenta- comience a diseñar una política industrial realmente innovadora, poniendo en el centro de esta, al desarrollo del talento humano y la identificación y desarrollo de otras vocaciones productivas que nos permitan diversificar las actividades económicas convergentes en la Entidad.

Necesitamos una política industrial que incluya de manera decidida a los distintos gobiernos locales; homologando normativas, definiendo y desarrollando infraestructuras estratégicas y obligándolos, a asumir sus cuotas de responsabilidad para que nuestras regiones despeguen.

Se debe construir una política industrial que con una visión y acción estratégicas, incentive el involucramiento de los centros de educación y emprendimiento, que nos lleve a desarrollar una nueva clase empresarial realmente innovadora, partícipe de sectores tecnológicos, generadores de conocimiento.

Necesitamos una política industrial acompañada de acciones activas para la promoción y atracción de inversiones de calidad y dejar de festejar, la llegada y proliferación de tiendas de conveniencia o al por menor/mayor, como los Walmarts o Costcos, que si bien crean empleos, por otra parte, arrasan al comercio local y lo sustituyen por empleos híper precarizados.

Y por supuesto, para que Puebla sea lo que realmente está destinada a ser, antes que cualquier otra cosa, necesitamos a verdaderos expertos, con la autonomía suficiente para HACER y no solo para HABLAR QUE SE HACE.

Olivia Salomón desfondó la competitividad poblana y su sucesor, concluyó la tarea…Puebla, lugar 28 de 32. 

Durísimo por donde se vea, pero sobre todo, durísimo para los poblanos que se tienen que conformar con salarios miserables sin prestaciones básicas; durísimo para el talento que tiene que migrar o resignarse a únicamente medio sobrevivir…durísimo, para la gran mayoría de poblanos.

Nos vemos cuando nos leamos.