El 1 de octubre será un día histórico para México, con la toma de protesta de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta del país. Pero no solo se tratará de una ceremonia de traspaso de poder en la Cámara de Diputados; las presencias (y ausencias) en este evento son un claro termómetro de las relaciones bilaterales y del poder que Sheinbaum empieza a acumular o perder.
El desfile de mandatarios de 16 países y representantes de 89 más estará lleno de simbolismo. Sin embargo, más allá de los discursos de cortesía y las fotos de rigor, lo que realmente llama la atención es quiénes no estarán presentes en cuerpo, aunque sí en nombre.
Uno de los casos más notables es el de Estados Unidos. El país vecino, y el socio comercial más importante de México, enviará una delegación encabezada por Jill Biden, la Primera Dama estadounidense. No es un desaire, pero tampoco es un abrazo efusivo. Aunque la agenda electoral estadounidense podría parecer una excusa razonable para la ausencia del presidente Joe Biden, lo cierto es que la lectura más fina apunta a una relación bilateral que podría estar en un momento incómodo, aunque no roto.
Las delegaciones presentes, por otro lado, hablan de alianzas estratégicas y guiños políticos. Entre los mandatarios confirmados están los presidentes de Bolivia, Colombia, Brasil y Cuba, todos ellos con afinidades ideológicas cercanas al bloque progresista que impulsa la 4T. También llama la atención la ausencia de líderes como Vladimir Putin, quien aún no ha confirmado su asistencia, un reflejo de las tensiones internacionales y de la sombra de la Corte Penal Internacional que lo persigue.
Por otra parte, la lista de invitados parece haber sido afinada con precisión quirúrgica. Presidentes como Dina Boluarte de Perú y Daniel Noboa de Ecuador no figuran entre los asistentes, lo que podría entenderse como una respuesta directa a las tensiones diplomáticas que se han vivido recientemente con ambos países.
Al final del día, este tipo de eventos no son solo un protocolo, sino un reflejo de la posición geopolítica que Sheinbaum busca consolidar. El escenario está listo, y aunque las ausencias hablan tan fuerte como las presencias, el verdadero impacto político se verá en los días y semanas posteriores a la ceremonia.
Hasta ahora, los mandatarios confirmados que estarán presentes en la toma de protesta de Claudia Sheinbaum son:
- John Briceño, Primer Ministro de Belice
- Luis Alberto Arce Catacora, Presidente de Bolivia
- Luiz Inácio Lula da Silva, Presidente de Brasil
- Gabriel Boric Font, Presidente de Chile
- Gustavo Petro Urrego, Presidente de Colombia
- Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de Cuba
- Xiomara Castro Sarmiento, Presidenta de Honduras
- Roosevelt Skerrit, Primer Ministro de Dominica
- Luis Rodolfo Abinader Corona, Presidente de República Dominicana
- Bernardo Arévalo de León, Presidente de Guatemala
- Nana Addo Dankwa Akufo-Addo, Presidente de Ghana
- Régine Abraham, Consejera Presidenta del Consejo Presidencial de Transición de Haití
- Mohamed Yunus Al-Menfi, Presidente de Libia
- Santiago Peña Palacios, Presidente de Paraguay
- Bucharaya Hamudi Sidina, Primer Ministro de la República Árabe Saharaui Democrática
- Philip Joseph Pierre, Primer Ministro de Santa Lucía
Además, habrá otras figuras destacadas:
- Cuatro vicepresidentes
- Cuatro titulares de órganos legislativos
- 17 representantes a nivel ministerial
- 10 viceministros
- Enviados especiales
- 10 titulares de organismos internacionales
- Embajadores residentes y concurrentes
El hecho de que las principales potencias económicas del mundo no estén representadas por sus líderes máximos, sino por delegados de menor rango, no pasa desapercibido.
