Cornejo es ingeniero químico por el Instituto Tecnológico de Celaya, donde también cursó la maestría y doctotado. A Pemex ingresó en 1996 y desde el sexenio de Enrique Peña es subdirector de Proyectos.
Fue el responsable de la ampliación y reconfiguración de la refinería de Tula, donde Odebrecht tuvo dos contratos.
En el piso 7 de la Torre de Pemex, donde tenía su oficina, Cornejo Serrano recibió en 46 ocasiones a Luis Alberto de Meneses Weyll, quien durante siete años fue director de Odebrecht en México y quien ha confesado que negoció el pago de 6 millones de dólares en sobornos a Emilio Lozoya a cambio de esos contratos.
En documentos judiciales del caso consta que Cornejo participó, desde el inicio hasta el fin, en los procedimientos que permitieron entregarle la obra en Tula a la constructora brasileña.
Cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia de México en diciembre de 2018, prometió que se castigaría a todos los involucrados en ese caso de corrupción.
Pero el único encarcelado fue Lozoya, mientras que Cornejo Serrano fue exonerado y, todavía más, se integró al equipo de López Obrador como responsable de los contratos en Dos Bocas.
Facilitó Cornejo obras y contratos a Odebrecht
El 2 de diciembre de 2013, el coordinador de proyectos de modernización de Petróleos Mexicanos (Pemex), Leonardo Cornejo Serrano, le envió una carta a Luis Alberto de Meneses Weyll, en ese entonces director de Odebrecht en México, para invitarlo a presentar una propuesta para realizar obras en la refinería de Tula.
Weyll envió su propuesta el 13 de diciembre por un monto equivalente a 110 millones de dólares, y con una inusual velocidad, en menos de una semana Cornejo Serrano le comunicó al directivo de Odebrecht que la empresa brasileña cumplía con los requerimientos para asignarle el contrato sin licitación de por medio.
La asignación exprés coincidió en que previamente Weyll había negociado un soborno millonario con el director de Pemex, Emilio Lozoya.
Cuando Weyll confesó los sobornos que Odebrecht pagó en México, afirmó que le dio por anticipado dos millones de dólares a Emilio Lozoya en 2013 por la promesa de obtener una obra en la refinería de Tula, y que se comprometió a pagarle otros cuatro millones de dólares en el momento en que se asignara y firmara el contrato.
Para que la obra acordada entre Lozoya y Weyll se otorgara directamente, sin licitación, a Odebrecht, fue clave la intervención de Cornejo, según consta en los documentos recopilados por la entonces Procuraduría General de la República (PGR), hoy Fiscalía.
Por ejemplo, en diciembre de 2013 Cornejo y Aarón Marrufo Ruiz, gerente de Pemex refinación y actualmente miembro del equipo que ejecuta la obra de Dos Bocas, justificaron la asignación directa a Odebrecht con un desigual estudio de mercado, en el que se comparó la enorme capacidad de infraestructura y mano de obra de la constructora brasileña con la de una pequeña empresa local que era su proveedora.
El irregular procedimiento exprés que encabezó Cornejo, generó una observación de la Auditoría Superior de la Federación: “El mismo día (13 de diciembre de 2013) la entidad fiscalizada (Pemex) realizó tanto la evaluación como la elaboración del dictamen de fallo que sirvió de base para otorgar el contrato a la empresa ganadora (Odebrecht)”, menciona el informe oficial.
La conclusión de la Auditoría es que al haberse resuelto la asignación en un día, “no se dio la transparencia de contratación”.
Las maniobras que terminaron por beneficiar a Odebrecht habían iniciado el 6 de agosto de 2013, cuando en una sesión del comité de estrategia de inversiones de Pemex se aprobó una propuesta de Cornejo para incrementar la capacidad de refinación de la planta de Tula, con el aprovechamiento de residuales.
Tres semanas después, Cornejo asumió el proyecto de modernización en Tula, al ser nombrado coordinador de proyectos en Pemex.
Fue a partir de ello que inició el procedimiento para la designación de los contratistas, entre ellos Odebrecht.
Aunque fue en diciembre de 2013 cuando Cornejo comunicó a Odebrecht que se le había asignado la obra de Tula, el contrato lo firmó hasta enero de 2014, por un monto inicial equivalente a 110 millones de dólares. Posteriormente Pemex otorgó dos ampliaciones por otros 66 millones de dólares.
Y a pesar de que dos investigaciones de la Auditoría Superior de la Federación y de la Secretaría de la Función Pública detectaron sobrecostos y pagos en exceso, Odebrecht obtuvo un segundo contrato en Tula en noviembre de 2015, nuevamente con el aval de Cornejo, por el equivalente a 120 millones de dólares, al tipo de cambio de entonces.
En la investigación del caso Odebrecht, realizado por la Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía), se integró una carta en la que Cornejo intervino ante directivos de Pemex para que se asignara sin licitación una obra en la refinería de Salamanca.
Esa obra fue otorgada a un consorcio en el que participó Odebrecht, por un monto de 85 millones de dólares.
De las obras que Odebrecht recibió en México, al menos la de la refinería de Tula se negoció mediante sobornos.
Así lo confesó el ex director de Odebrecht, Luis Weyll, en una declaración que rindió en Brasil el 14 de junio de 2017, ante representantes de la Procuraduría mexicana que viajaron al país sudamericano:
-Que el compareciente indique el beneficio obtenido por Odebrecht con el pago extraordinario (los sobornos) -pidió un agente.
-El beneficio fue el contrato de Tula I -respondió Weyll.
-Entonces lo que usted relató sobre esos pagos, son respecto
-Sí -interrumpió Weyll.
-¿A ese contrato?
-A este contrato- confirmó el ex directivo de la empresa brasileña.