Este es el paso a paso de cómo la Secretaría de Hacienda comenzó a sospechar que la cantante y su esposo habrían creado un entramado ilegal para lavar millones de pesos de origen sucio, según una denuncia que ya está en la Fiscalía General de la República.

Por Óscar Balderas

 

EMEEQUIS.– La historia de cómo la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) encontró una presunta red de lavado de dinero que incluye a la cantante Gloria Trevi inició en 2015, el mismo año en que la regiomontana lanzó su álbum El Amor, dedicado a su esposo, Armando Gómez quien, al igual que ella, está acusado por defraudación fiscal y lavado de dinero.

La trama se remonta a aquel año en que, mientras en la radio retumbaba la voz de Gloria Trevi con su sencillo Como yo te amo, el sistema bancario mexicano hacía sonar una alerta, porque había encontrado datos extraños sobre la empresa que la cantante y su esposo habían creado en 2013, Fuego con Fuego Representaciones, S.A. de C.V.

A los inspectores del sistema bancario les sorprendió encontrar que el representante legal y uno de los socios de la compañía registrada como proveedora de servicios de espectáculos eran dos jóvenes –Christopher B. y Armando R.– quienes apenas habían cumplido 21 años.

Aún más extraño fue descubrir que, a pesar de su corta edad, eran accionistas de otras seis empresas de distintos giros y con ingresos millonarios. Todas tenían el mismo teléfono y el mismo domicilio.

Aquel hallazgo alimentó una primera sospecha: que Fuego con Fuego Representaciones, S.A. de C.V. sería una empresa fachada que se dedicaba a lavar dinero con facturas simuladas que se intercambiaban con las otras seis supuestas empresas de Christopher B. y Armando R., supuestos prestanombres de la intérprete de Doctor Psiquiatra y Armando Gómez.

Al escarbar entre las finanzas de la empresa otro descubrimiento llamó la atención de los investigadores: entre mayo y junio de 2015, Fuego con Fuego Representaciones, S.A. de C.V.

hizo un movimiento que, en el argot bancario, se conoce como “romper el perfil transaccional”, es decir, tuvo un comportamiento atípico en el manejo del dinero.

CUENTA CANCELADA, CUENTA ABIERTA

Mientras Gloria Trevi promocionaba su décimo álbum de estudio, la empresa recibió 32 millones de pesos y, de inmediato, los retiró completos de su cuenta, algo inusual en una empresa que necesita una reserva de liquidez para seguir operando.

Aquello hacía crecer la corazonada de que Fuego con Fuego Representaciones, S.A. de C.V.  no era una empresa real, sino de papel, creada para fines turbios.

Debido a las notas negativas por su extraño comportamiento, la cuenta bancaria de Fuego con Fuego Representaciones, S.A. de C.V. fue cancelada, pero de inmediato Armando Gómez abrió otra, en un banco distinto, para seguir operando.

En 2017, sonó otra alerta alrededor de las finanzas de los negocios de Gloria Trevi y Armando Gómez: Fuego con Fuego Representaciones, S.A. de C.V. fue descubierta presuntamente intercambiando facturas con tres empresas con las que compartía I.P., es decir, tenían la misma dirección de internet.

De nuevo, el banco que recién les había otorgado una cuenta bancaria los expulsó de su base de datos de clientes ante el alto riesgo de que la empresa sirviera para lavar dinero. Pero Armando Gómez insistió y abrió otra cuenta, en otro banco, para seguir operando.

Sin embargo, aquella nueva cuenta no duraría ni un año antes de volver a ser cancelada por riesgos creíbles de actividades ilegales: entre febrero y abril de 2018 la empresa recibió 7.2 millones de pesos que, de inmediato, salieron de sus arcas.

En 2020, volvió a suceder algo similar: la empresa Fuego con Fuego Representaciones, S.A. de C.V. recibió 53 millones de pesos y sacó 54 millones de pesos, es decir, dejó la cuenta con saldo negativo. Otra vez, el banco les cerró la cuenta y dejó de hacer negocios con ellos.

Pero, para entonces, el sonido de tantas alertas había llegado hasta los oídos de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, dirigida por Santiago Nieto, que ya había comenzado una investigación contra la cantante y su esposo, bajo la premisa de que, lo que huele a lavado de dinero, luce como lavado de dinero y se comporta como lavado de dinero suele ser… lavado de dinero.

UNA INVESTIGACIÓN SECRETA

La investigación a cargo del despacho de Santiago Nieto tiene el sello característico de la actual Unidad de Inteligencia Financiera: enormes diagramas repletos de círculos y líneas que unen a cuentas de banco sospechosas con empresas fachada, socios opacos y presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Es la versión real de esas escenas en la televisión o el cine en las que alguien abre una puerta y aparece en la pared de una habitación oculta una compleja madeja de recortes de periódico y retratos de sospechoso unidos por flechas que trazó un detective obsesionado.

Así sucede con la investigación contra Gloria Trevi, su esposo Armando Gómez y su suegra, así como tres personas más que presuntamente integran una red de lavado de dinero donde participaron, al menos, ocho empresas fachada, ya incluidas por el Servicio de Administración Tributaria en la lista de Empresas que Facturan Operaciones Simuladas (EFOS).

La investigación, secreta desde inicio y bajo el nombre “Fuego con Fuego”, partió de la hipótesis de que, a pesar de la vida económicamente holgada de Gloria Trevi y de su esposo, ambos estarían amasando una fortuna evadiendo impuestos o, peor, coludidos con la delincuencia organizada.

Las pesquisas se toparon al inicio con la dificultad de que algunas de las empresas que posee la pareja artística tienen su sede en Texas, Estados Unidos, lo cual haría muy complicado comprobar que su red binacional tendría como fin evadir el pago de impuestos en territorio mexicano.

Sin embargo, la investigación avanzó, incluso en los tiempos ralentizados por la pandemia. Y, conforme se hacían de información, más sospechoso les parecía el caso. 

 

Gloria Trevi con su esposo, Armando Gómez. Foto: TV Notas.

 

“SOY FUENTE DE TRABAJO”

El sistema bancario mexicano contaba desde hace años con alertas que apuntaban a que Armando Gómez habría realizado operaciones financieras con tarjetas bancarias clonadas o que en 2004 fue sentenciado en Estados Unidos por lavado de dinero, tras ser detenido con miles de dólares en efectivo cuya procedencia no pudo acreditar.

También que en el círculo familiar de Gloria Trevi hay adquisiciones que levantan sospechas, como una mansión que adquirió supuestamente para su mamá el 21 de abril de 2008 en Tamaulipas, con un valor cercano a los 250 millones de pesos.

Esa mansión forma parte de la investigación como un dato añadido, pero no está dentro de las pruebas del presunto lavado de dinero, ya que ha prescrito el tiempo para perseguir la compra como un posible delito financiero.

Así, con toda la información que comenzó a pitar desde 2015, personal de la Unidad de Inteligencia Financiera se presentó el 8 de septiembre a la Fiscalía General de la República para interponer una denuncia por el presunto lavado de mil 693 millones de pesos mexicanos y de 529 mil 245 dólares estadounidenses.

En caso de que la Fiscalía General de la República decida añadir a la denuncia el tipo penal de delincuencia organizada, la cantante, su esposo y sus presuntos cómplices podrían ser detenidos y enviados a una cárcel federal bajo la modalidad de prisión preventiva oficiosa, mientras sus abogados aportan pruebas de su supuesta inocencia.

Gloria Trevi ha respondido en sus redes sociales que no cometió ningún ilícito y que ella es “fuente de trabajo”.

La investigación en la Fiscalía General de la República que se inició a partir de la Unidad de Inteligencia Financiera determinará en los próximos días si eso es cierto… o si la cantante que estuvo cinco años en prisión –y luego absuelta– por los cargos de rapto, violación y corrupción de menores, es, en realidad, “fuente de lavado de dinero”.

 

@oscarbalmen