La “mala suerte” de Adán Augusto

Por: Admin

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Más allá del entendible luto, Adán Augusto López debe estar preocupado. No es fácil asimilar el perder en tan pocos días a dos cercanísimos colaboradores. Menos aún si uno de ellos es el epicentro del financiamiento de tu campaña

POR RAMÓN ALBERTO GARZA / CÓDIGO MAGENTA

 

Dos trágicas muertes de operadores políticos y financieros cercanos…

Los dos ocurridos en Veracruz, con diferencia de solo tres días…

Las dos pérdidas de colaboradores en la misma semana, una por asesinato y otra por el desplome del jet en el que viajaba, tras asistir exprofeso a un mitin del precandidato en Orizaba…

Lo cierto es que es mucha “mala suerte” la de Adán Augusto López, ex secretario de Gobernación y aspirante a la candidatura presidencial por Morena, quien debió lamentar la pérdida de dos de sus cercanos colaboradores, uno de ellos el más estratégico para su precampaña, el hombre de “los dineros”.

Tanta “mala suerte” como la que en su tiempo se dio cuando el entonces presidente Felipe Calderón perdió a sus dos secretarios de Gobernación, Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake Mora, en sendos y misteriosos accidentes aéreos.

Algún maleficio debe tener el despacho de Bucareli para que los accidentes aéreos sean el pan nuestro de cada sexenio.

El último de esos dramas en el “War Room” de Adán Augusto López se dio el pasado viernes 28 de julio por la noche, cuando en el puerto de Veracruz se desplomó el avión en el que viajaba Daniel Flores Nava, señalado como el principal financiero de la precampaña presidencial del ex secretario de Gobernación y su operador de campaña en el Estado de México.

Era un jet Cessna Citation 650, en el que viajaban dos pilotos y el director de la empresa Proyecta Industrial de México, una de las principales contratistas de Pemex, involucrada en la construcción de la Refinería de Dos Bocas, en el estado de Tabasco, la tierra no solo del presidente Andrés Manuel López Obrador, sino del precandidato Adán Augusto López, quien fuera gobernador de esa entidad hasta el día en que fue llamado a ser el segundo en comando en el gobierno de la Cuarta Transformación.

El joven empresario Flores Nava también estaba involucrado en los proyectos de las refinerías de Salamanca, Tula, Ciudad Madero y Minatitlán. La facturación de Proyecta en esas obras revelan que superaba los 20 mil millones de pesos.

La vinculación del contratista de Pemex con Adán Augusto López era de una muy cercana amistad, tanto que en señal de luto, el precandidato de Morena suspendió los actos de campaña que le faltaban, tan pronto como se enteró el sábado -cerca del mediodía- del fallecimiento de Flores Nava.

Tres días antes -el martes 25 de julio- habría ocurrido la primera tragedia cuando fue asesinada, también en Veracruz, Zayma Zoraya Zamora García, quien se desempeñaba en Poza Rica como coordinadora de la campaña del precandidato de Morena. Ella fue candidata a presidenta municipal en esa ciudad petrolera.

A “Lady Pestañas”, como se le conocía, le dispararon una ráfaga de 70 tiros al momento de llegar a su casa en el Boulevard Lázaro Cárdenas, en la Colonia San Ignacio de la Llave. Tres de los presuntos autores materiales ya fueron detenidos, pero no se revelan todavía los móviles del crimen.

Por supuesto que, más allá del entendible luto, Adán Augusto López debe estar preocupado. No es fácil asimilar el perder en tan pocos días a dos cercanísimos colaboradores. Menos aún si uno de ellos es el epicentro del financiamiento de tu campaña.

Pero el ex secretario de Gobernación tiene las llaves de los despachos de los servicios de inteligencia del gobierno de la 4T y puede solicitar los periciales de ambas tragedias para tener sus propias conclusiones.

Porque al final del día es un hecho muy lamentable que se te mueran… Otro muy distinto, que te los maten.

En el caso de Zayma Zoraya fue una brutal ejecución, la mataron. En el de Daniel Flores Nava ¿fue accidente o fue aviso? Es demasiado lo que está en juego. Nada más un país.