El Zócalo de Puebla, considerado el corazón cultural y social de la capital, está en el centro de una nueva polémica. Desde noviembre, los payasos que ofrecían espectáculos en este espacio han sido retirados como parte de un proyecto de reordenamiento del Ayuntamiento.
Franco Rodríguez Álvarez, secretario de Gobernación Municipal, indicó que el gobierno busca mantener el carácter familiar del Zócalo y evitar que los espectáculos incluyan contenidos de doble sentido, albures o vulgaridad. Según las autoridades, estos elementos no son adecuados para un espacio donde confluyen familias y turistas.
La agrupación “Payasos Tradicionales del Zócalo de Puebla” ha denunciado que estas medidas han impactado gravemente sus ingresos y han llamado a las autoridades a reconsiderar su postura. No obstante, el Ayuntamiento ha ofrecido como alternativas el Paseo Bravo y el Parque Jardín de San Luis.
Las autoridades también han señalado que esta decisión forma parte de un esfuerzo más amplio para devolver majestuosidad al Centro Histórico. A pesar de esto, los payasos han anunciado que podrían resistirse a esta medida, argumentando que su presencia en el Zócalo es una tradición.