La desgracia de Castañón Herrera comenzó la tarde del 24 de diciembre del 2018, con el desplome de la aeronave en que viajaba la pareja de exgobernadores, conformada por Moreno Valle y Martha Erika Alonso Hidalgo.
Por @HectorBLN
El exdiputado federal Eukid Castañón Herrera obtuvo su libertad luego de tres años y medio en prisión acusado de múltiples delitos, cuyos procesos continuará, pero ahora desde la comida de su domicilio.
El otrora poderoso e influyente operador político del difunto exgobernador Rafael Moreno Valle consiguió salir de la cárcel mediante varios recursos legales que acabaron con el cambio de medidas cautelares en todos sus procesos, pues enfrentó cargos hasta por siete delitos.
Este fin de semana un tribunal le concedió el cambio de medidas cautelares en el último caso que lo mantenía en prisión, aunque el extitular de la Secretaría de la Contraloría del estado ya no estaba ahí, sino en un hospital donde le hacían pruebas médicas por presentar molestias en días recientes.
A pesar de ser uno de los principales presos del barbosismo, en el penal de Tepexi de Rodríguez y en el de San Miguel los privilegios siempre estuvieron de su lado: celda privada, teléfono celular, atención médica oportuna, salidas constantes a consultas médicas y hasta visitas rápidas a su familia.
La desgracia de Castañón Herrera comenzó la tarde del 24 de diciembre del 2018, con el desplome de la aeronave en que viajaba la pareja de exgobernadores, conformada por Moreno Valle y Martha Erika Alonso Hidalgo.
Con el “helicopterazo” cayeron los proyectos, negocios y futuro político no solo de él, sino de todo el círculo morenovallista que hasta ese día tenía garantizado el poder y la abundancia por un sexenio más.
Todo se perdió desde entonces. Era el turno de Luis Miguel Barbosa Huerta para tomar el poder y disfrutar la venganza lentamente, para acabar con todos aquellos que lo intentaron destruir.
El turno de Eukid Castañón llegó la noche del 18 de marzo de 2020, cuando fue detenido en su casa en un fraccionamiento de San Andrés Cholula, mediante una orden de aprehensión por el delito de extorsión en contra de dos particulares.
Luego de su detención surgieron audios de supuestas amenazas contra empresarios, a quienes advirtió con enviarlos al “valle de las calacas”, frase que luego usó Miguel Barbosa en varias ocasiones para referirse irónicamente al caso.
En pocos días brotaron múltiples cargos contra el exlegislador, pues una regidora de Atlixco lo denunció por amenazas; la Fiscalía General del Estado (FGE) le imputó operaciones financieras con recursos de procedencia ilícita, y el gobierno del estado lo acusó de ejercicio indebido de funciones y falsear información en su declaración patrimonial.
Barbosa Huerta también le atribuyó enriquecimiento ilícito, espionaje y los hechos de violencia registrados en la elección de 2018, pero de estos no hubo pruebas para judicializar los casos, así que no se le imputaron formalmente.
Por unos meses Castañón Herrera estuvo en el penal de Tepexi de Rodríguez, pero tras exhibirse los privilegios que tenía, el entonces gobernador hizo lo que pudo para que se le considerara un criminal peligroso y fuera trasladado a una cárcel federal.
Y así ocurrió a finales de enero de 2022, cuando se anunció el traspaso de decenas de presos, entre ellos el exdiputado panista, quien fue transferido al Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) número 14, con sede en Gómez Palacio, Durango.
En ese entonces de se corrió la versión de que Eukid Castañón pretendió organizar un motín en Tepexi, lo cual amerizo su traslado.
Con la muerte de Miguel Barbosa en 2022, irónicamente también en diciembre, y el arribo del gobierno sustituto, de inmediato hubo cambios en la situación jurídica de varios presos del barbosismo.
El exalcalde de Tehuacán, Felipe Patjane Martínez; el exsecretario marinista, Valentín Meneses Rojas; el alcalde de Ajalpan, Arturo Cajica Gómez; el alcalde de Quecholac, Alejandro Martínez Fuentes, entre otros, comenzaron a obtener su libertad con fallos a su favor que previamente les habían sido negados.
Eukid Castañón regresó a Puebla en junio de este año, cuando a través de un amparo logró revocar su traslado al Cefereso, así que fue traído al penal de San Miguel, en el cual estuvo cuatro meses más hasta obtener su libertad este fin de semana.