El reciente operativo que terminó con la captura de 14 presuntos narcotraficantes en Puebla y Tlaxcala es solo una pieza del rompecabezas en la estrategia de seguridad del gobierno federal. Desde su llegada al gabinete, Omar García Harfuch ha construido un equipo de inteligencia que opera con total autonomía en el estado, sin compartir información clave con los mandos estatales o municipales.
La razón es clara: Harfuch no confía en quienes están al frente de la seguridad en Puebla. Su equipo ha detectado la presencia de una red criminal protegida por actores políticos en las esferas más alta del poder. Este grupo delictivo, oriundo de Tabasco, ha operado en Puebla con total impunidad, protegido por un personaje que ahora se encuentra en conflicto con la administración de Sheinbaum.
La desconfianza de Harfuch se vio reflejada en el operativo donde se desmantelaron dos narco-laboratorios. Aunque en el discurso oficial se mencionó la participación de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, en la práctica, el trabajo de inteligencia, ubicación y ejecución de los cateos corrió exclusivamente a cargo de instancias federales como la Marina, la FGR y el Ejército.
El secretario de Seguridad de Puebla, Francisco Sánchez González, admitió que la presencia de narcolaboratorios en la entidad es un problema real y que la dependencia a su cargo mantiene comunicación con el Centro Nacional de Inteligencia y la Unidad de Inteligencia Naval para detectar y desmantelar estos centros de producción de drogas sintéticas. Sin embargo, la verdadera investigación y las acciones contundentes provienen del equipo de Harfuch.
La misión del exjefe de la policía capitalina en Puebla es clara: erradicar la red delictiva y sus vínculos políticos. Se espera que permanezca en el estado hasta lograr desarticular por completo a este grupo y entregar pruebas contundentes que comprometan a los responsables. La estrategia no solo busca limpiar el estado de estos grupos criminales, sino también dejar en evidencia el fracaso de la política de seguridad a nivel estatal.