El narcotraficante mexicano Ismael “Mayo” Zambada, uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa, ha sido detenido en Estados Unidos y enfrenta la posibilidad de ser condenado a la pena de muerte, en una decisión que quedará en manos del fiscal general Merrick Garland. Zambada fue arrestado el pasado 25 de julio en Nuevo México, junto con Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “Chapo” Guzmán, en un pequeño avión que aterrizó en ese estado.
La primera audiencia judicial de Zambada se llevó a cabo el 14 de septiembre, donde se declaró inocente de los 17 cargos presentados por la justicia estadounidense. Estos incluyen su participación en una empresa criminal continuada, conspiración para distribuir y fabricar drogas como cocaína, heroína, metanfetamina, marihuana y fentanilo, así como tráfico de armas y lavado de dinero. Entre los cargos más graves que enfrenta está la distribución de más de 12 mil kilogramos de cocaína, que ha sido uno de los principales motores del tráfico de drogas entre México y Estados Unidos en las últimas décadas.
El juez encargado del caso, Brian Cogan, también sentenció a Joaquín “Chapo” Guzmán en 2019 a cadena perpetua, pero en el caso de Zambada, la pena de muerte es una opción que deberá ser considerada. Garland, quien asumió el cargo en 2021, impuso una moratoria sobre las ejecuciones federales, pero levantó esta restricción en algunos casos excepcionales, como el de un joven supremacista blanco que en 2022 mató a 10 personas en Nueva York. En este sentido, la decisión sobre el futuro de Zambada podría ser histórica.
Zambada, quien ha estado evadiendo a las autoridades desde la década de 1980, se ha visto envuelto en una amplia gama de actividades criminales que abarcan más de 30 años. Según el expediente presentado por la fiscalía, ha sido responsable de la distribución internacional de grandes cantidades de cocaína en varias ocasiones: 373 kg, 1,302 kg, 12,000 kg, entre otras cifras. Además, se le acusa de estar detrás del tráfico de fentanilo, una droga 50 veces más potente que la cocaína y que ha causado decenas de miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
La próxima audiencia está programada para el 15 de enero de 2025, momento en el cual el fiscal general podría tomar la decisión de si Zambada será sentenciado a la pena de muerte. Mientras tanto, las especulaciones sobre el destino de uno de los narcotraficantes más longevos y buscados del mundo continúan. Zambada argumenta que fue víctima de una emboscada por parte de Joaquín Guzmán López, quien, según su defensa, lo atrajo a Estados Unidos con engaños para obtener beneficios en los juicios de sus hermanos en Chicago. La relación entre Zambada y el Cártel de Sinaloa sigue siendo uno de los focos principales en la guerra contra el narcotráfico en el país norteamericano.
