Elon Musk es uno de los principales promotores de la transfobia en los Estados Unidos.
Durante la campaña presidencial de los Estados Unidos, una joven de 20 años llamada Vivian Jenna Wilson hizo público su apoyo a Kamala Harris y el partido demócrata.
Por supuesto que eso parece no tener importancia, ya que millones de jóvenes apoyaron a Kamala.
Como dato, agrego que se trataba de una chica trans. Tal vez eso, para muchos, siga siendo irrelevante. Sólo que esta señorita es hija del hombre más rico del mundo y nuevo encargado del Departamento de Eficiencia Gubernamental, Elon Musk, con quien rompió lazos familiares desde 2022.
Al cumplir 18 años de edad, Vivian Jenna Wilson, cambió de nombre, se deslindó del apellido paterno y en 2025 se exilió de los Estados Unidos, tras la reelección de Donald Trump.
En una entrevista con el psicólogo canadiense de ultra derecha, Jordan Peterson, Musk dijo que su hijo «murió asesinado por el virus de la mente progresista (o virus woke)».
El término woke proviene del lenguaje vernáculo de los afroamericanos del verbo irregular en inglés wake (woke, woken) que significa «despertar» y se convirtió en una forma de impulsar una conciencia activa ante las injusticias sociales. No obstante, la ultraderecha de Estados Unidos ha desvirtuado su significado y lo emplea de manera despectiva contra el avance de las agendas inclusivas.
Musk aseguró que lo engañaron cuando le pidieron su firma de consentimiento para que Vivian comenzara a tomar bloqueadores de testosterona. ¿En verdad será tan sencillo engañar al hombre más rico del mundo? «Además, me dijeron que Xavier podría suicidarse» expresó Elon.
La tasa de suicidio de las personas trans es 3.5 veces más alta que la población en general.
En entrevista con la cadena NBC News, Vivian respondió que nunca engañaron a su padre. Asimismo, confesó que Musk nunca fue un padre comprensivo, que rara vez estuvo presente en su vida y que cuando estaba presente la reprendía. Vivian dijo que no había hablado con su padre en los últimos cuatro años. «Él no sabe cómo era yo cuando era niña porque simplemente no estaba allí. […] Y en el poco tiempo que estuvo, fui acosada implacablemente por mi feminidad. Él era frío. Se enojaba muy rápido. Es indiferente y narcisista. […] Cuando era niña, mi padre me acosaba por exhibir rasgos femeninos y me presionaba para que me comportara de forma masculina. […] Estaba en cuarto grado. Hicimos un viaje por carretera y él me gritaba constantemente con saña que mi voz era demasiado aguda. Fue cruel».
En su entrevista con Peterson, Musk aseguró que la transición de género de Vivian fue la motivación de su impulso hacia la política conservadora. «Prometí destruir el virus de la mente woke después de eso, y estamos haciendo algunos progresos». Después de comprar Twitter, en 2022, Elon eliminó las protecciones de la aplicación para las personas trans.
Como encargado del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Musk desmanteló la Dirección de Diversidad, con lo cual se revocaron las protecciones para las personas transgénero y se terminarán los programas de diversidad, equidad e inclusión dentro del gobierno federal.
Elon Musk es uno de los principales promotores de la transfobia en los Estados Unidos.
Es más que desafortunado que el hombre que pretende conquistar el planeta Marte sea incapaz de ganarse el corazón de su hija.
Desde el primer día de su gobierno, Donald Trump eliminó los derechos de la comunidad transgénero: Protección en el acceso a la salud. Apoyo a jóvenes LGBTTTIQ+. Programas para ayudar a los jóvenes con problemas de salud mental y personas sin hogar. Promoción de los derechos humanos. Combate a la criminalización del estatus o las conductas LGBTTTIQ+. Protección a refugiados y solicitantes de asilo LGBTTTIQ+. Reconocimiento de identidades de género. Y protección contra la discriminación en el empleo.
En la década de los 50, el endocrinólogo Charles Ihlenfeld llegó a la conclusión de que ni la identidad de género ni la orientación sexual se aprenden en la infancia ni se pueden modificar. La mente es la que nos identifica como hombres o mujeres, independientemente de nuestros aparatos reproductivos. En resumen, dijo «si no se puede cambiar la mente de las personas con discordancia sexo genérica, sería mucho más sencillo modificar el cuerpo».
Cabe aclarar que en ninguna parte de Estados Unidos se realizan cirugías de cambio de sexo a menores de edad. Lo único que se facilita son bloqueadores de la pubertad y terapias hormonales, con el consentimiento de los padres, para detener la masculinización en adolescentes MTF y la feminización en adolescentes FTM.
Por Sofía Guadarrama Collado / Opinión 51