En 2020, Puebla dio un paso histórico al eliminar el fuero constitucional de sus legisladores locales, un privilegio que, según sus detractores, fomentaba la corrupción y la impunidad. Sin embargo, cuatro años después, Alejandro Armenta Mier, gobernador electo de Morena, busca revocar esa decisión y restaurar esta protección jurídica.
La eliminación del fuero fue aprobada el 8 de julio de 2020 tras una maratónica sesión en el Congreso local. El entonces gobernador Miguel Barbosa impulsó la reforma con el argumento de evitar abusos de poder y combatir la corrupción. “El fuero ha sido un escudo para quienes cometen actos ilegales”, declaró Gabriel Biestro, diputado de Morena, durante el debate. La reforma fue celebrada como un avance en la lucha contra los privilegios políticos.
Ahora, Armenta plantea un enfoque diferente. Según el mandatario electo, el fuero es necesario para garantizar la independencia del Poder Legislativo y proteger a los diputados de posibles represalias políticas. En una rueda de prensa, Armenta explicó que sin esta figura jurídica, los legisladores podrían autocensurarse por temor a represalias del Ejecutivo estatal. También destacó la importancia de proteger la libertad de expresión de las diputadas mujeres.
La propuesta ha generado opiniones divididas. Por un lado, el senador Néstor Camarillo apoyó la iniciativa de Armenta, argumentando que Barbosa eliminó el fuero para perseguir a sus adversarios políticos. Por otro lado, críticos señalan que regresar esta protección podría abrir la puerta a los mismos abusos que se buscaba erradicar en 2020.
Armenta asegura que la iniciativa será presentada al Congreso en calidad de ciudadana, aunque ya anticipó que pedirá a un diputado local que la haga suya. Si se aprueba, Puebla volverá a ser un caso único en el panorama nacional al reinstaurar una figura jurídica que había quedado prácticamente desterrada.