El diablo negro rompe las reglas del océano

Un ejemplar adulto de diablo negro fue avistado vivo en la superficie del mar, algo sin precedentes. Descubierto por la ONG Condrik-Tenerife en aguas de Tenerife, este pez de las profundidades normalmente vive entre 200 y 2,000 metros bajo el nivel del mar. Su aparición ha generado múltiples teorías científicas y un intenso debate en redes sociales, entre quienes ven un acto de valentía y quienes lo interpretan como una consecuencia extrema de su entorno.

Por: Adriana Colchado

@tamalito_rosa

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Un ejemplar adulto de diablo negro fue avistado vivo en la superficie del mar, algo sin precedentes. Descubierto por la ONG Condrik-Tenerife en aguas de Tenerife, este pez de las profundidades normalmente vive entre 200 y 2,000 metros bajo el nivel del mar. Su aparición ha generado múltiples teorías científicas y un intenso debate en redes sociales, entre quienes ven un acto de valentía y quienes lo interpretan como una consecuencia extrema de su entorno.

El mundo submarino guarda secretos que rara vez emergen a la vista humana. Sin embargo, un reciente descubrimiento de la ONG Condrik-Tenerife podría cambiar lo que sabemos sobre la vida en las profundidades: el primer avistamiento registrado de un pez abisal o diablo negro (Melanocetus johnsonii) adulto vivo en la superficie del océano.

El avistamiento ocurrió a dos kilómetros de la costa de Tenerife, en España,  durante una expedición para estudiar tiburones pelágicos. La bióloga Laia Valor fue la primera en notar la silueta inusual flotando en la superficie. Acompañada por los biólogos Marc Martín y Antonio Sabuco y el fotógrafo de fauna marina David Jara, el equipo capturó imágenes inéditas de la criatura.

 

Hasta ahora, esta especie sólo se conocía a través de larvas, ejemplares muertos o grabaciones en profundidades de hasta 2,000 metros. Su repentina aparición en la superficie es un enigma. Los científicos manejan varias hipótesis: podría haber sido arrastrado por una corriente ascendente, padecer una enfermedad que afectó su capacidad de nado o haber escapado de un depredador.

El diablo negro es célebre por su bioluminiscencia, que le permite atraer presas en la oscuridad abisal. También posee un mecanismo reproductivo extremo: el macho se adhiere a la hembra y se fusiona con ella hasta convertirse en un simple proveedor de esperma.

El avistamiento ha sido registrado en la Red de Observadores del Medio Marino en Canarias (RedPROMAR), y su impacto en la biología marina podría ser significativo. La ONG Condrik-Tenerife, con el respaldo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, seguirá investigando para entender qué llevó a este depredador de las sombras a emerger a la luz del sol.

El evento también ha generado debate en redes sociales. Algunos lo interpretan como una metáfora de valentía, un pez que desafió su destino para conocer la luz. Otros, más pragmáticos, lo ven como un caso de supervivencia en condiciones extremas. Lo cierto es que aún nos queda mucho por descubrir sobre las criaturas que habitan en la oscuridad del océano.