Abrazos, no bombazos: la estrategia de seguridad bajo ataque en Guanajuato
El estado de Guanajuato sigue siendo escenario de violencia, y esta mañana se vivieron dos nuevos episodios con la explosión de coches bomba en los municipios de Acámbaro y Jerécuaro. Estos ataques dejaron un saldo de tres heridos y daños materiales en vehículos y comercios, generando una creciente preocupación por la seguridad en la región.
El primer incidente ocurrió este jueves 24 de octubre frente a la sede de la Policía Municipal de Acámbaro. Según información publicada por el diario Reforma, la explosión dejó heridos a tres agentes de la policía, uno de ellos de gravedad. La policía local emitió un comunicado donde confirmó que los lesionados son una agente femenina, que fue trasladada en estado crítico a un hospital, y dos oficiales masculinos con heridas superficiales que no requirieron hospitalización. Además, se reportaron daños materiales en el edificio de la policía, en cuatro casas aledañas y en siete vehículos civiles.
💣🚘💥 ABRAZOS NO BOMBAZOS:
En #Guanajuato, dos #CocheBomba explotaron esta mañana en las ciudades de Acámbaro y Jerécuaro. Tres policías resultaron heridos, uno de gravedad, y se registraron daños a propiedades civiles. La violencia en esta región continúa creciendo a medida que… pic.twitter.com/BkCMiEszfN— Moviendo Ideas (@moviendoideas) October 24, 2024
El segundo ataque y el despliegue militar
Poco tiempo después, se registró una segunda explosión en Jerécuaro, a 33 kilómetros de Acámbaro. En este caso, el coche bomba provocó un incendio que consumió siete automóviles y nueve locales comerciales. Hasta el momento no se ha reportado que hubiera heridos en este segundo atentado.
Inmediatamente, las fuerzas de seguridad federales y estatales, incluyendo al Ejército, la Guardia Nacional y la Policía Estatal, fueron desplegadas en la región para intentar localizar a los responsables. Este operativo contó con el apoyo de dos helicópteros que sobrevolaron la zona.
Contexto de violencia en la región
La violencia en esta parte de Guanajuato no es nueva. Según informes de la Guardia Nacional, la región es un campo de batalla entre dos grupos criminales que buscan “alinear” a las corporaciones policiacas para facilitar sus actividades ilícitas. Entre los delitos que estos grupos buscan proteger se encuentran el tráfico de drogas, el robo de combustible —mejor conocido como huachicol—, el robo a transporte y el cobro de extorsiones.
Los coches bomba en Guanajuato son una táctica cada vez más recurrente en la lucha entre los cárteles que operan en el estado. En junio de 2022, 10 elementos de la Guardia Nacional resultaron heridos tras la explosión de un coche bomba en la localidad de Sauz de Villaseñor, en Celaya. El hecho de que se utilicen este tipo de artefactos explosivos refleja el nivel de organización y violencia con el que operan estas organizaciones criminales.
Un escenario de terror: ¿terrorismo en México?
Estos ataques han despertado debates sobre si los coches bomba pueden considerarse actos de terrorismo. Aunque no son frecuentes en el país, los atentados de este tipo han causado graves daños y generado pánico en la población, una característica propia de las tácticas terroristas. En países con alta actividad criminal, como México, este tipo de actos pone en cuestión la capacidad del Estado para mantener el orden y la seguridad pública.
Balance de una estrategia de seguridad cuestionada
Mientras los ataques continúan, la estrategia de “abrazos, no balazos”, implementada por el gobierno federal, ha sido duramente criticada por diversos sectores. Aunque el presidente López Obrador ha defendido esta política argumentando que la violencia no se puede combatir con más violencia, los recientes sucesos en Guanajuato han puesto en tela de juicio su efectividad.
Con un saldo creciente de muertos, heridos y desplazados, las cifras pintan un panorama desolador para el estado de Guanajuato, que en los últimos años se ha consolidado como una de las zonas más violentas de México. La pregunta que sigue en el aire es si las autoridades locales y federales lograrán frenar esta escalada de violencia antes de que la situación empeore aún más.