Este primero de octubre, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo hizo historia al convertirse en la primera mujer presidenta de México, en una ceremonia que se llevó a cabo en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Su llegada al Congreso se retrasó por la enorme cantidad de simpatizantes y manifestantes que se encontraban en las inmediaciones de su residencia. Pese a la logística fallida, Sheinbaum tomó posesión de su cargo, en un evento cargado de simbolismo y promesas para el futuro del país.
La ceremonia comenzó con la llegada del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien fue recibido calurosamente por diputados y funcionarios, incluidas figuras como la diputada poblana Claudia Rivera Vivanco. AMLO subió a la tribuna, donde fue rodeado por personas que deseaban tomarse fotos con él, lo que generó una atmósfera similar a la de un “meet and greet” con un artista.
La entrada de Sheinbaum al recinto fue marcadamente diferente, acompañada únicamente por mujeres, en una clara señal de empoderamiento femenino. Tras una breve espera, la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez, en un delicado estado de salud, hizo entrega de la banda presidencial a Sheinbaum, luego de que López Obrador se la entregara personalmente a Martínez.
El discurso de Sheinbaum destacó por su referencia constante a la continuidad de la “Cuarta Transformación”, con un agradecimiento a López Obrador y el reconocimiento de sus logros. Reiteró la importancia de los programas sociales que seguirán vigentes y que serán elevados a rango constitucional: pensiones para adultos mayores, becas “Benito Juárez”, Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, entre otros.
Además, Sheinbaum anunció tres nuevos programas sociales: un apoyo económico bimestral para mujeres de 60 a 64 años, becas para todos los niños en educación pública básica, y atención médica domiciliaria para adultos mayores, con la contratación de 20,000 médicos adicionales.
En su discurso, defendió la reforma al poder judicial y se comprometió a mantener los precios de los combustibles sin incrementos reales. También prometió duplicar la cantidad de kilómetros de trenes de pasajeros y expandir el Tren Maya a Progreso, Yucatán.
Sheinbaum subrayó la importancia del lenguaje inclusivo, solicitando que se le llame “presidenta”, en un gesto hacia el reconocimiento de las mujeres en todos los ámbitos. También se comprometió a visitar Guerrero desde mañana, para ver a los afectados recientemente por el huracán John.
Finalmente, concluyó su discurso con un enérgico “¡Viva México!” y “¡Viva la Cuarta Transformación!”, sellando un día histórico para el pueblo mexicano con una tendencia política legible.
Terminando la ceremonia entonces fue ella el centro de atención, las y los presentes se congregaron a su alrededor para tomarse la “selfie” en este día histórico.