Se escapó el “El Guano”, agarraron al “R8” y se habla de la muerte de un Guzmán

Por: Adriana Colchado

@tamalito_rosa

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El Ejército Mexicano y la Guardia Nacional ejecutaron un golpe maestro contra el Cártel de Sinaloa. La madrugada se convirtió en un escenario de guerra cuando las fuerzas federales capturaron a Luis, alias “R8”, el principal operador del temido Aureliano Guzmán Loera, conocido como “El Guano Guzmán”, hermano del mismísimo Chapo.

El asalto se desató en la remota comunidad de San José del Llano, en las montañas de Badiraguato, Sinaloa. Informes oficiales revelan que lo que inició como una incursión rutinaria se transformó rápidamente en una batalla campal. Los sicarios de “El Guano” respondieron con furia, resultando en la muerte de cuatro gatilleros. En medio de las balas y el caos, surgieron rumores sin confirmar aún sobre la posible muerte de un hijo de Aureliano Guzmán.

Lo que subraya la gravedad de la situación es el pedido urgente de apoyo aéreo por parte de los militares. No enviaron un helicóptero, sino tres, pintando el cielo de guerra. Se dice que el objetivo principal era nuevamente el escurridizo Aureliano Guzmán Loera, señalado como el principal generador de violencia en el Triángulo Dorado. Sin embargo, “El Guano” una vez más logró escabullirse de las manos de la justicia.

Los ecos de la batalla resonaron en San José del Llano y El Durazno, en Tamazula, donde las fuerzas federales reportaron abatidos cuatro sicarios y cinco más heridos. Los detenidos fueron trasladados al Campo Militar de Culiacán y posteriormente a la Ciudad de México, como se pudo ver en un video que rápidamente se viralizó.

Luis “R8”, el hombre de confianza de Aureliano Guzmán, no era un simple soldado. Era el arquitecto de la seguridad del líder del cártel y el cerebro detrás de las operaciones delictivas en Badiraguato. Su captura representa un golpe certero para la facción “Gente del Guano” y debilita significativamente la estructura de seguridad de Aureliano Guzmán Loera.

Este movimiento estratégico del gobierno no solo desmantela una parte crucial del Cártel de Sinaloa, sino que también siembra la semilla de la discordia dentro de la organización criminal, potencialmente desencadenando una lucha interna por el poder que podría reconfigurar el mapa del narcotráfico en la región. La captura de “R8” no es solo una victoria operativa; es un mensaje claro: nadie está a salvo, ni siquiera en las sombras de la sierra.