El Gobierno ganaría otra vacante en la Corte y se asegura un blindaje sobre Scherer.
La persecución de Alejandro Gertz Manero sobre el ex consejero jurídico Julio Scherer tiene efectos colaterales en el círculo presidencial. Fuentes de Palacio Nacional deslizaron a LPO que Andrés Manuel López Obrador está considerando pedirle la renuncia al fiscal general para proponer en su lugar al actual presidente de la Corte Suprema, Arturo Zaldívar, que además tiene buena relación con Scherer porque fue quien lo encumbró en el máximo tribunal.
El ex consejero jurídico tiene la llave maestra de todos los temas delicados del sexenio actual y que este en la mira de la Fiscalía General se ha convertido en un drama para el Gobierno, tal como ya explicó LPO.
Designar a Zaldívar como fiscal general es una jugada a dos bandas. Blinda la situación judicial de Scherer y le da al Gobierno una nueva vacante en el máximo tribunal que sumadas a las dos que quedan antes de terminar el sexenio ya permite modelar en gran medida a la Corte, la cabeza de un poder de estado que la 4T todavía no logra controlar.
A esto se agrega que Zaldívar atraviesa sus últimos meses como titular de la Corte y tiene muy poca motivación en regresar a su vocalía. Su ego no lo permitiría.
Zaldívar además es la garantía de que López Obrador terminará su sexenio con una estrategia política para con la oposición que de momento resulta: embajadas y consulados para quienes son funcionales a Palacio y persecución para aquellos que enarbolan actitudes de crítica frontal.
Zaldivar y Gertz tienen su pleito aparte porque la Corte ha atraído, en un giro por fuera de lo normal, los asuntos familiares de del fiscal. Un revés fulminante contra Gertz en esos expedientes lo deja en una muy mala posición. Por eso la celeridad del fiscal en lograr resultados que fortalezcan su posición.
Un detalle no menor: en Palacio hay dudas sobre si Gertz renunciaría ante un llamado presidencial. No hay señal alguna que indique que eso vaya a suceder. Todo lo contrario, el escenario sería de colusión y por eso el staff presidencial duda sobre el próximo movimiento a realizar.
