El 23 de octubre, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidió, con el voto decisivo de la ministra Lenia Batres Guadarrama, que Mario Aburto Martínez, confeso asesino de Luis Donaldo Colosio Murrieta, permanecerá en prisión por tiempo indefinido. Esta resolución se produce tras un complicado proceso judicial que había quedado en suspenso desde el 25 de septiembre.
La votación en la Primera Sala de la SCJN había resultado en un empate, con dos votos a favor de revocar el amparo solicitado por Aburto y dos en contra. Los ministros Juan Luis González Alcántara Carrancá y Loretta Ortiz Ahlf optaron por desechar el amparo y ordenar una reposición en el procedimiento, mientras que la ministra Margarita Ríos Farjat y el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena votaron a favor de confirmar el amparo.
El trasfondo de la decisión se remonta al 5 de octubre de 2023, cuando un Tribunal Colegiado del Estado de México otorgó una protección a Aburto, invalidando su condena de 45 años de prisión impuesta en 1994. Este fallo había planteado la posibilidad de que se emitiera una nueva sentencia bajo el Código Penal del Estado de Baja California, lo que abriría la puerta a su liberación después de tres décadas.
Sin embargo, la Fiscalía General de la República (FGR) impugnó esta resolución ante la SCJN para mantener la condena original. En la sesión del 25 de septiembre, el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo no participó en la votación debido a su anterior implicación en el caso como juez de Distrito.
Finalmente, la ministra Batres, al emitir su voto, ordenó una reposición del procedimiento de amparo para permitir que la familia de Colosio Murrieta, en calidad de víctimas, manifestara su posición sobre el amparo solicitado por Aburto.
La decisión de la SCJN ha generado reacciones diversas entre la opinión pública y los especialistas en derecho. Mientras algunos celebran la continuidad de la condena, otros critican la prolongación del proceso judicial que rodea a un caso tan emblemático en la historia política de México.
Con la resolución de la SCJN, Mario Aburto permanecerá recluido en el Cefereso No. 12 de Guanajuato, asegurando que el caso Colosio sigue siendo un tema candente en la discusión pública. Esta decisión no solo reafirma la condena del asesino confeso, sino que también plantea importantes interrogantes sobre la justicia y la memoria histórica en México.
Vía Infobae