Estado de México – En una decisión que ha generado gran expectación dentro del partido, Dante Delgado, dirigente nacional de Movimiento Ciudadano (MC), ha anunciado la postergación de la convención que tenía como objetivo elegir al nuevo líder del partido en el Estado de México. Esta decisión llega tras una serie de protestas y acusaciones por parte de militantes del partido.
La Cuarta Convención Estatal, inicialmente programada para el 24 de agosto, fue suspendida luego de que un grupo de militantes de MC interrumpiera la sesión, exigiendo una revisión a las prácticas internas del partido. Las protestas se centraron en las acusaciones contra el actual dirigente del partido en el Estado de México, Juan Zepeda, quien es criticado por supuestos malos manejos durante su gestión y por intentar imponer a Juana Bonilla como nueva líder estatal.
La Comisión Nacional de Convenciones y Procesos Internos de Movimiento Ciudadano ha emitido una nueva convocatoria, estableciendo el 14 de septiembre como la nueva fecha para la renovación de la dirigencia en la entidad. Esta decisión, según la Comisión, responde a una solicitud directa del coordinador de la Comisión Operativa Nacional, Dante Delgado, quien busca asegurar una participación completa y equitativa en el proceso.
El aplazamiento ha sido interpretado por algunos miembros del partido como un golpe hacia la gestión de Juan Zepeda. Aparte de Juana Bonilla, también están registrados para la candidatura a la dirigencia estatal Rodrigo Samperio, Jacobo Ceja y Denisse Hauffen Torres. La decisión de posponer la convención permitirá un mayor tiempo para la deliberación y para asegurar un proceso electoral transparente y justo.
La reprogramación de la convención de Movimiento Ciudadano en el Estado de México es un paso significativo en la política interna del partido. Con nuevas fechas establecidas y un enfoque en la equidad del proceso, el partido busca resolver las tensiones internas y garantizar una transición de liderazgo que refleje las verdaderas aspiraciones de sus militantes.
Vía El Economista
