José Luis Vargas Valdés sustituye a Felipe Fuentes Barrera en la Presidencia del Tribunal Electoral.
Querían tres al hilo, pero no pudieron. Tras la dirigencia de Morena y la coordinación de San Lázaro, los Aliados de Morena promovieron la aspiración de un magistrado para sustituir a Felipe Fuentes Barrera en la Presidencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Al final, con el apoyo del propio Fuentes Barrera, Mónica Soto, Felipe de la Mata y su voto, ganó José Luis Vargas Valdés.
Un despliegue de poder e influencias se dieron cita este martes como no pudo ser de otra manera ante el tribunal donde se dirime el futuro de los derechos políticos y electorales de los protagonistas de la 4T (incluyendo a sus adversarios). Vargas Valdés, según reveló LPO hace un mes, contó con apoyos decisivos para ello.
De inicio, luego de que se filtrara el proyecto de Felipe Fuentes que pretendía tumbar el método de encuesta para la renovación de la dirigencia de Morena, tanto en la Consejería Jurídica de Presidencia como dentro del propio Poder Judicial se prendieron las alertas sobre los protocolos de seguridad.
La presión -como fue interpretada la filtración- no venía de otro sitio que Morena, y desde luego se trataba de un capítulo más en la batalla frontal entre los grupos que tienen el control del partido: Los Puros y Los Aliados. Sin perder la oportunidad, y renunciando a un segundo periodo (que no reelección), Fuentes Barrera informó a sus colaboradores que apoyaría Vargas Valdés.
Por su parte, el recién nombrado Presidente del Tribunal Electoral, uno de los “cuatro fantásticos” que solían votar con Felipe Fuentes, no perdió la ocasión de ventilar los nuevos intereses que lo empujarían a buscar la silla vacante. En el círculo rojo se apunta a Vargas como un magistrado muy cercano a los intereses de Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, quien ha desplegado una enorme influencia en el gobierno de la 4T.
La relación familiar de Vargas con el abogado del Grupo Salinas, Peter Bauer, quien es su cuñado le dieron en todo momento un visto bueno implícito para el resto de magistrados. Las señales de Palacio se volvieron casi crípticas, pero el respaldo al actual presidente del Tribunal Electoral deja claro que no fueron erráticas ni indescifrables.
