La Presidenta de México evitó posicionarse sobre el desafuero de Cuauhtémoc Blanco y subrayó que la decisión debe basarse en pruebas legales, no en presiones políticas.
Ciudad de México – 12 de marzo de 2025
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció este miércoles sobre el inicio del análisis del proceso de desafuero del diputado federal morenista Cuauhtémoc Blanco, acusado de presunto delito de violación en grado de tentativa. Durante la conferencia matutina, Sheinbaum hizo un llamado a que este caso sea tratado exclusivamente como un asunto de justicia y no como un tema político, asegurando que corresponde a la Sección Instructora del Congreso de la Unión decidir si hay pruebas suficientes para continuar con el proceso.
La mandataria destacó que la decisión sobre el desafuero del exfutbolista debe basarse únicamente en elementos legales, sin influencias de intereses políticos. “Es una decisión de ellos [los legisladores] y tiene que sustentarse en si hay pruebas o no. Que no sea un asunto político, sino que sea un asunto de revisión de si realmente considera la Sección Instructora si hay suficientes pruebas para llevar a cabo el desafuero”, indicó Sheinbaum.
El caso de Cuauhtémoc Blanco
El proceso de desafuero contra Cuauhtémoc Blanco fue impulsado por una denuncia presentada por su media hermana, Nidia Fabiola, quien lo acusa de intento de abuso sexual en diciembre de 2023. De acuerdo con la versión de la víctima, la agresión ocurrió después de una reunión en la residencia donde ambos convivían. Nidia Fabiola señaló que su medio hermano se encontraba bajo los efectos del alcohol y adoptó una conducta violenta al intentar agredirla.
El diputado morenista, por su parte, ha mantenido una postura de rechazo a las acusaciones. Sin embargo, el caso ha generado un gran debate tanto en la esfera política como en la opinión pública, por lo que la decisión sobre su desafuero tiene implicaciones más allá del ámbito judicial.
Claudia Sheinbaum evita posicionarse a favor o en contra del desafuero
Aunque el caso ha alcanzado repercusiones mediáticas y políticas, la presidenta Sheinbaum evitó expresar una postura clara sobre si está a favor o en contra del desafuero de Cuauhtémoc Blanco. Insistió en que debe prevalecer el principio de justicia y no la presión política, confiando en que la Sección Instructora actuará con imparcialidad.
“Le corresponde a ellos [los legisladores] y que se evite cualquier asunto político. Que en todo caso se vea si hay sustento o no en esto”, subrayó Sheinbaum, reafirmando que el proceso debe ser analizado exclusivamente bajo los parámetros legales y de justicia.
El caso continúa bajo revisión y los legisladores de la Sección Instructora tendrán la responsabilidad de decidir si existen elementos suficientes para que el proceso de desafuero avance y, de ser así, si Cuauhtémoc Blanco será despojado de su fuero parlamentario.
¿Qué sigue?
El siguiente paso será la evaluación de las pruebas por parte de la Sección Instructora, la cual tiene la facultad de dictaminar si el desafuero procede o no. Esta decisión podría desencadenar un proceso judicial formal contra Cuauhtémoc Blanco si se considera que existen pruebas suficientes de la acusación.
La atención sigue centrada en el Congreso de la Unión y en cómo se desarrollará este proceso que podría tener un impacto significativo no solo en la carrera política de Cuauhtémoc Blanco, sino también en el panorama político de Morena y en la manera en que se maneja la justicia en el país.
