En las primeras siete semanas de 2024, los casos de dengue en México han alcanzado cifras alarmantes, con un total de 5,439 afectados. Este número representa un aumento significativo en comparación con el mismo período del año pasado, cuando apenas se registraban 958 casos.
El Estado más golpeado por esta epidemia es Guerrero, con un acumulado de 2,071 casos, especialmente después del impacto del huracán Otis. Le siguen Tabasco con 961 casos y Quintana Roo con 428. En 2023, México sufrió una crisis sin precedentes con 54,406 casos y 203 muertes, marcando un crecimiento dramático desde los 12,670 casos y 53 fallecidos en 2022.
La Secretaría de Salud ha informado que la mitad de los afectados presentan un dengue con signos de alarma y dengue grave, siendo los niños de cinco a 14 años los más afectados. Los casos probables, según la dependencia federal, ascienden a 26,500, un tercio de los cuales se encuentran en Guerrero. Hasta el momento, no se ha reportado ningún fallecimiento en 2024.
Este incremento no es exclusivo de México, ya que América ha enfrentado una situación similar. En 2023, el continente registró 4.1 millones de contagios y 2,049 fallecidos, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Países como Argentina, Bolivia, y Brasil han enfrentado récords de casos, siendo el mosquito aedes aegypti el principal vector de estas enfermedades.
El aedes aegypti, conocido por sus patas blancas y negras, se reproduce en agua estancada, como la que se acumula en pozos, macetas o recipientes después de la lluvia. Este mosquito, que prefiere climas cálidos, afecta especialmente a los niños y adultos mayores. El cambio climático ha facilitado su adaptación a nuevos entornos, aumentando así la propagación del dengue, zika y chikungunya.
Algunos países han tomado medidas para combatir la propagación del virus, como Brasil que ha implementado una vacuna en la sanidad pública y Honduras o Colombia que han optado por el método wolbachia, liberando mosquitos modificados genéticamente incapaces de transmitir el dengue. Estas prácticas han demostrado éxito a largo plazo, como en el caso de Australia que fue declarado libre de dengue o en Indonesia donde la incidencia ha disminuido en un 77%.
La situación del dengue en México y América es una llamada de atención sobre la importancia de la prevención y control de estos vectores, así como la necesidad de medidas efectivas para proteger la salud pública en la región.
Información de El País
