Video escándalo de Marcos Castro es venganza azul

Por: Adriana Colchado

@tamalito_rosa

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Marcos Castro, secretario general del PAN en Puebla, ha sido expuesto en un video de seguridad que lo muestra ingresando a la sede del partido a altas horas de la madrugada acompañado de una mujer. Aunque el video no revela nada más que su entrada al edificio, las especulaciones han volado más rápido que un tweet viral, sugiriendo adulterio.

El origen de esta joya mediática no es otro que un periodista poblano, a quien un “amigo” del partido le entregó el video en bandeja de plata. Y no, no es una simple casualidad. Este ataque es fuego azul puro -muy cercano-, resultado de una guerra interna que se cuece a fuego lento. Los rumores indican que este video lleva guardado un buen tiempo, esperando el momento adecuado para ser usado como munición. La pregunta es, ¿por qué ahora?

En el contexto de la renovación de dirigencias del PAN, y la repartición de puestos y liderazgos en la nueva legislatura, uno pensaría que se trata de una maniobra política, y aunque algo hay de eso, la realidad es más sórdida. Este golpe es profundamente personal. El escándalo, que debería avergonzar más en lo familiar que en lo político, ha sido orquestado por alguien cuyo odio va más allá de la política: es venganza pura.

Cabe mencionar que Marcos Castro era un as bajo la manga de Eduardo Rivera para liderar el partido y de ahí también viene el golpe. Alguien estaba muy interesado en que el secretario fuera inelegible para cualquier cosa. Y lo logró. Castro puede aspirar a absolutamente nada dentro de AN.

Un aspirante menos, significa una posibilidad más para otro azul anónimo.

El PAN, ya envuelto en odios y envidias, se encuentra ahora en una guerra que promete ser muy sucia. Los juicios morales no se hicieron esperar, y la prensa no tardó en contrastar la doble moral del dirigente: por un lado, Castro se opone al aborto legal y por otro, se le acusa de infidelidad. Pero claro, nadie habló de la inmoralidad de violar la privacidad de dos personas. La mujer involucrada, presuntamente una guardia de seguridad, también ha sido arrastrada por el lodo.

El periodista que se prestó a esta guerra no es ajeno al fuego cruzado. Al publicar el video, dejó claro para qué bando juega, y ahora tendrá que lidiar con las consecuencias de haberse metido en una pelea ajena. El video, aunque replicado por muchos medios, lleva su marca de agua, una prueba de que fue entregado de manera personal para hacer el trabajo sucio.