Eduardo Rivera Pérez, quien acompaña en su planilla a Jorge Romero en su aspiración por convertirse en el próximo dirigente nacional del PAN, no quita el dedo del renglón en Puebla. Pues aunque su nombre en la lista, generó especulaciones sobre la posibilidad de estar abandonando su aspiración por la dirigencia estatal, la realidad no podría estar más alejada.
Y es que al interior del blanquiazul hay un grupo que se pregunta cuáles son las credenciales de ERP para haberse integrado a la planilla de Romero, quien por cierto, tiene muchas posibilidades de ser elegido. Pues Lalo Rivera viene de una vergonzosa derrota frente a AA el pasado 2 de junio; además trae arrastrando varios señalamientos de la Auditoría Superior del Estado en su paso por el Ayuntamiento de la capital. Por eso surgen las dudas ¿en qué le $uma Rivera a Romero?
Rivera y su grupo cercano calculan que, una vez establecido el nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN tras la votación del 10 de noviembre, podrán impulsar a perfiles afines para dirigir el Comité Directivo Estatal (CDE) en Puebla, un proceso que podría posponerse hasta diciembre. De lograrlo, consolidarían su influencia en el estado a través de una maniobra coordinada desde el CEN.
Por otro lado, Augusta Díaz de Rivera, actual presidenta del PAN en Puebla, ha utilizado los últimos días de su mandato para visitar los comités municipales, buscando asegurar sus simpatías. Díaz de Rivera apuesta por un método de elección a través de una comisión interna, en lugar de una consulta abierta a toda la militancia. Esta estrategia favorece al grupo de Eduardo Rivera, quien podría incidir en el proceso desde su posible puesto en el CEN, en caso de que Jorge Romero resulte ganador, una posibilidad que se considera muy alta dentro del partido.
Así, aunque a primera vista la inclusión de Eduardo Rivera en la planilla nacional podría interpretarse como un paso hacia fuera del ámbito estatal, todo indica que su verdadera estrategia es consolidar su poder en Puebla con una influencia controlada desde la dirigencia nacional. Y es que varios de los detractores de ERP, acusan que los comités municipales están siendo peinados minuciosamente para inclinar la balanza en favor del método que mejor le conviene al grupo del ex alcalde, quien continúa moviendo las piezas en el tablero político poblano.
Por lo mientras Mónica Rodríguez, Rafael Micalco y Edmundo Tlatehui quienes ya se desataron como aspirantes a la dirigencia, piden que haya “piso parejo” y que la renovación de la dirigencia en Puebla sea por voto directo de la militancia.