El gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina concluirá el último año de su administración con 12 personas muertas en linchamientos en Puebla, luego de los tres hombres asesinados en Atzitzihuacan el fin de semana.
La docena de víctimas es el saldo de seis linchamientos consumados, todos con una misma característica: las personas linchadas fueron acusadas de algún delito, como robo o intento de secuestro de menores.
También en todos llegó tarde o fue nula la intervención del gobierno estatal para aplicar protocolos, ya que fue insuficiente la presencia de policías municipales o carecían de capacitación para enfrentar estos hechos.
En el caso de Atzitzihuacan, la tarde del sábado dos hombres fueron quemados vivos y uno fue ahorcado luego de ser señalados de robar y secuestrar a una niña. En un comunicado, la Secretaría de Gobernación (Segob) del estado dijo que colaborará en las investigaciones para garantizar que no haya impunidad.
El 9 de octubre, un hombre identificado como Roman fue acusado de robo, golpeado y quemado vivo en Tepapayeca, en el municipio de Tlapanalá. El sujeto era vecino de la comunidad, pero presuntamente era conocido por dedicarse al robo.
Un mes antes, el 5 y 6 de septiembre, fueron asesinadas tres personas en dos linchamientos diferentes el mismo fin de semana. En Tepeaca, un hombre acusado de robo fue golpeado por una turba y la policía logró rescatarlo con vida, pero murió horas después, mientras que en Tecamachalco quemaron vivos a dos sujetos señalados de robar un vehículo.
El 25 de julio en Acajete, habitantes degollaron, quemaron vivo y prendieron fuego a la vivienda de un sujeto acusado de robar en un gimnasio.
El 10 de junio en la localidad de San Jerónimo Coyutla, en Atlixco, cuatro personas señaladas de robar vehículos fueron asesinadas: dos a base de golpes y dos quemadas vivas.