Preocupa en Palacio Nacional la ingobernabilidad en Puebla

La crisis de gobernabilidad en Puebla explotó con protestas estudiantiles en la BUAP, bloqueos en la autopista Puebla-Atlixco por la desaparición de dos menores y el asesinato de dos policías municipales.

Por: Adriana Colchado

@tamalito_rosa

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Crisis de gobernabilidad en Puebla: Tres hechos en una semana exponen nula coordinación. 

La gobernabilidad en Puebla está en crisis. En una sola semana, el estado se convirtió en el epicentro de protestas estudiantiles, homicidios de policías y bloqueos interminable de carreteras. Tres eventos que no solo desquiciaron la zona conurbada de Puebla, sino que evidenciaron la falta de previsión y capacidad de respuesta de los órganos de inteligencia del estado.

1. El paro estudiantil en la BUAP: ¿Crisis universitaria o movimiento político?

Las protestas estudiantiles en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) comenzaron en la Facultad de Medicina, pero rápidamente se extendieron a otras unidades académicas, paralizando actividades y generando un clima de tensión en la comunidad universitaria.

Este conflicto estalló a pocos meses de que la rectora, Lilia Cedillo, busque la reelección, lo que ha levantado sospechas sobre la intromisión de actores externos que buscan desestabilizar su gestión. Durante su último informe de labores, Cedillo fue ovacionada con la consigna de “reelección”, lo que la posicionó de manera anticipada como una figura clave en el tablero político de Puebla.

La lectura de algunos asesores del poder es que si logra salir airosa de esta crisis, su reelección podría consolidarla como una candidata natural para suceder a Alejandro Armenta en la gubernatura. Más aún, con la obligatoriedad de alternancia de género en la gubernatura, su nombre podría cobrar relevancia a nivel estatal y eso es algo que no le gusta a muchos que ya están jugando sus piezas.

2. Asesinato de policías y paro de la SSC.

La madrugada del 1 de marzo, dos policías municipales fueron asesinados en la colonia Del Valle, en un ataque coordinado por sicarios. Las víctimas, Alejandro Osorio Santellán y Edgar Jesús Popoca Gutiérrez, eran escoltas de un mando policial que había recibido amenazas de un grupo criminal en Puebla.

Según información extraoficial, los oficiales fueron enviados a otra ubicación, pues su “protegido” habría pretextado un encuentro sexual para quitarse la custodia; sin embargo al percatarse de que iban por ellos, solicitaron refuerzos. Versiones que circulan en grupos de whatsapp de los uniformados, señalan que un subsecretario—ya destituido—ordenó abortar la misión, impidiendo la llegada de apoyo a tiempo. La indignación entre los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) llevó a un paro interno en protesta por la falta de respaldo y las condiciones en las que trabajan.

Ante la crisis, Gustavo Alonso Zapata, alias “Sauce”, subsecretario de la SSC, presentó su renuncia al secretario Fernando Rosales Solís, quien por cierto, sigue sostenido con alfileres en la institución, pese a que el encargado de la política interna del estado sugería su salida mientras pintaba paredes.

3. Bloqueos en la autopista Puebla-Atlixco.

El tercer evento que puso a prueba a las autoridades fue el bloqueo de la carretera federal y la autopista Puebla-Atlixco. Desde la medianoche del 1 de marzo, familiares de dos menores desaparecidas bloquearon la vialidad con barricadas de piedras y llantas incendiadas. Exigían la localización inmediata de las adolescentes Victoria y Miriam de 14 y 16 años, presuntamente raptadas por sujetos en un vehículo.

El cierre vial se prolongó por más de 12 horas, afectando la movilidad de miles de personas y dejando incomunicada a una de las rutas más importantes del estado. Sin embargo la fiscal del estado, Idamis Pastor Betancourt, informó que las menores ya habían sido localizadas y que declararon haber salido por voluntad propia. Esto dejó en evidencia la falta de acción inmediata por parte de los aparatos de inteligencia del estado que permitieron que el bloqueo se extendiera, provocando el caos y la incertidumbre entre la población.

Una crisis que llegó hasta la Federación.

En Bucareli ya está al tanto de la situación en Puebla. La ingobernabilidad es un problema que preocupa a nivel federal, ya que la Secretaría de Gobernación debería haber anticipado los movimientos que generaron caos en la entidad. Pues mientras la ciudad vivía una jornada de caos, el encargado de la gobernabilidad del Estado pintaba bardas como parte de una faena pública. Su primera reacción ante la crisis fue sugerir que el gobierno municipal de Pepe Chedraui considere un mando militar para asumir la titularidad de la SSC.

La falta de control en las protestas estudiantiles, la vulnerabilidad de la policía municipal y la incapacidad para gestionar conflictos sociales están dibujando un escenario peligroso para la gobernabilidad del estado.

Para colmo, iniciamos esta semana con más de lo anterior. Médicos del Hospital General de Cholula bloquean el periférico-ecológico denunciando desabasto; y la organización de comerciantes Antorcha Campesina, se manifiesta frente al Palacio de Charles Hall para pedir que el gobierno municipal intervenga en el conflicto que tienen con la OPV 28 de octubre por zonas de trabajo.