El día de ayer, 14 de octubre de 2024, José Chedraui Budib recibió la batuta, como presidente municipal electo de Puebla, durante una ceremonia en el Palacio Municipal. Adán Domínguez Sánchez, quien encabezaba el gobierno saliente, cedió el control de la seguridad pública en una de las ciudades más asediadas por la violencia en los últimos tiempos.
El cambio de mando de la Secretaría de Seguridad Ciudadana no fue un simple trámite. María del Consuelo Cruz Galindo, extitular de la dependencia, entregó el mando a Adán Domínguez, quien a su vez lo puso en manos de Pepe Chedraui. No obstante, el peso real de esta transición recae ahora en Guillermo Antonio Almazán Smith, director de la Academia de Formación y Profesionalización Policial, quien será el encargado de ejecutar las nuevas políticas de seguridad en Puebla.
Pepe Chedraui ha asumido el mando, donde el principal desafío es la seguridad pública, recibiendo una ciudad donde el crimen organizado parece no dar tregua. Su predecesor, Adán, dejó una estela de problemas relacionados con la violencia extrema y la proliferación de actividades ilegales, como giros negros y el cobro de piso.
Uno de los mayores retos para Pepe Chedraui será combatir la violencia de la capital poblana en los últimos meses. Los reportes de cuerpos desmembrados o calcinados encontrados en diferentes puntos del estado se han vuelto parte de la cotidianidad.
Además de los homicidios violentos, otra de las pequeñas complicaciones que enfrenta Chedraui es la proliferación de giros negros, como bares y centros nocturnos que operan fuera de la ley, donde el cobro de piso se ha vuelto tan común como el cover, solo que este te sale un poco más caro si no quieres problemas.
