Las calles del Centro Histórico de Puebla han vuelto a estar tapizadas de vendedores informales tras el retiro del cerco de seguridad anti ambulantes que había sido implementado por la administración saliente de Adán Domínguez. Este cambio se produce justo cuando José Chedraui Budib asume oficialmente el cargo en la alcaldía poblana.
A partir de la mañana del 14 de octubre, las vallas metálicas que mantenían controlada la presencia de ambulantes han sido retiradas, lo que ha permitido que los vendedores se instalen nuevamente en el primer cuadro de la ciudad, especialmente en la 8 Oriente-Poniente, donde los informales ofrecen productos de temporada.
El regreso de los ambulantes no sólo marca un desafío para el gobierno morenista, sino que también representa una herencia problemática de la administración panista que, bajo Eduardo Rivera Pérez y su sucesor Adán Domínguez, dejó a la ciudad en un estado de caos. La inseguridad y el descontrol en el ambulantaje son de las dos principales herencias que le dejaron a Chedraui por parte del partido blanquiazul.
Con la mayoría de los ciudadanos cansados de las promesas incumplidas por el Partido Acción Nacional (PAN), el electorado optó por apoyar al candidato de Morena, quien ahora deberá lidiar con un hoyo financiero provocado por la anterior gestión. La tarea no será sencilla; Chedraui Budib y su equipo tienen la presión de garantizar la paz y la gobernabilidad en Puebla desde el primer día de su administración.
El acto protocolario de toma de protesta se llevará a cabo a las 12 horas del 15 de octubre en el Auditorio de la Reforma, con la presencia del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y otros ediles entrantes. En medio de este contexto, el nuevo titular de la Secretaría de Gobernación Municipal (Segom), Francisco Rodríguez Álvarez, ha anunciado que se llevará a cabo una reunión con los comerciantes informales, aunque no se ha especificado la fecha.
Durante su campaña, Chedraui Budib se comprometió a establecer un diálogo con los líderes del sector ambulante para atender sus necesidades, pero dejó claro que no permitiría su regreso a las calles del Centro Histórico. En su lugar, se planteará la asignación de espacios específicos para que puedan ofrecer sus productos, asegurando así una fuente de empleo formal.
Es genial ver cómo la nueva administración en Puebla está manejando la situación del ambulantaje. ¿Para qué hacer un plan y resolver los problemas de la ciudad cuando podemos simplemente ignorarlos y esperar que desaparezcan por arte de magia?
