La última cruzada de Adán Dominguez será contra ambulantes

Por: adminMovId

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El alcalde de Puebla, Adán Domínguez Sánchez, no perdió tiempo en colgarse la medalla de “salvador” del Centro Histórico al declarar que su administración dejará entre 200 y 250 vendedores informales en las calles, un número que él mismo compara con los más de 5 mil que recibió de la gestión de Claudia Rivera Vivanco. Un logro que, según él, sitúa a su administración en un pedestal superior al de su antecesora.

Sin embargo, el momento crítico del año está aquí: la venta de útiles escolares. Esta temporada, junto con las festividades navideñas y del Día de Reyes, es una de las más lucrativas para los ambulantes. Es el momento en que, literalmente, “hacen su agosto”. Y es aquí donde las promesas del alcalde se ponen a prueba.

Domínguez, en un giro inesperado, permitió inicialmente una semana de gracia para que los ambulantes vendieran sus productos, solo para retractarse rápidamente y desplegar un operativo masivo para controlar la situación. Las calles del Centro Histórico hoy es transitable, gracias a los cierres viales y presencia policial para evitar la instalación de vendedores informales.

El secretario de Gobernación Municipal, Jorge Cruz Lepe, ha señalado que la medida responde al “mal uso” que los líderes de comercio estaban haciendo del primer cuadro de la ciudad. Sin embargo, la situación sigue en el aire, ya que el alcalde ha dejado abierta la posibilidad de otorgar permisos a los vendedores informales, siempre y cuando acaten las reglas del ayuntamiento.

En medio de todo esto, los comerciantes formales, liderados por Juan Pablo Cisneros, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Puebla, están en pie de guerra, demandando una competencia justa. La situación se ha vuelto tan tensa que la administración ha prometido mantener estos operativos hasta el último día de gobierno.

Mientras tanto, Domínguez Sánchez sigue jugando a dos bandas, intentando mantener el orden en las calles mientras busca apaciguar a los comerciantes formales. Pero con vendedores ambulantes que llegan incluso de otros municipios y estados, el éxito de esta “última cruzada” está lejos de estar garantizado. La administración actual deja un legado incómodo al próximo alcalde, José Chedraui Budib, quien tendrá que lidiar con un problema que, lejos de estar resuelto, parece estar en su punto más álgido.