La disputa por los restos del PAN será a través de las urnas

Por: Adriana Colchado

@tamalito_rosa

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La elección de la dirigencia nacional de Acción Nacional será por voto directo, un modelo que, sin sorpresas, también podría replicarse en los estados. En Puebla, esto significaría que la elección no se realizará a través de delegados -como contaban algunos aspirantes-, sino que toda la militancia tendrá la oportunidad de depositar su voto en las urnas.

Eduardo Rivera, que alguna vez fue el plan A para suceder a Augusta Díaz, ahora enfrenta una cruda realidad: su figura polariza más de lo que une. Pues además de haber tomado la mano de Armenta en plena despenalización del aborto, es un perfil perdedor: perdió la gubernatura frente a AA, y la alcaldía de Puebla, que su administración heredó a Domínguez y Domínguez la perdió ante Pepe Chedraui. Anteriormente, mucho se especuló de que la derrota de Rivera Vivanco frente a él no se debió a su supremacía de simpatizantes, sino a la operación del difunto Gobernador Miguel Barbosa Huerta.

Mario Riestra, por su parte, no lo tiene mejor. También derrotado por Pepe Chedraui en la contienda por la alcaldía, su estilo de gestión, que excluye a la base panista, no le ha granjeado muchas simpatías.

Mientras tanto, Edmundo Tlatehui, aunque ha logrado mantener San Andrés Cholula en manos del PAN, tampoco ha conseguido unir a los diferentes grupos dentro del partido. Sin embargo es un perfil que ha mantenido una sana distancia con los gobiernos de Morena.

Entre las figuras femeninas, Mónica Rodríguez de la Vecchia y Lupita Leal también enfrentan desafíos. Rodríguez carga con el estigma de su ausencia en la última campaña electoral, mientras que a Leal se le critica su falta de postura sobre la despenalización del aborto.

El actual alcalde, Adán Domínguez, y el diputado Rafael Micalco no generan muchas esperanzas dentro del partido.

Y luego está Eduardo Alcántara, un político brillante que, a ojos de muchos, ya cruzó la línea del perdón por tres situaciones: que llevara a su esposa María de la Barreda a Morena, quien le arrebató un distrito azul a Oswaldo Jiménez; su asqueroso caso de acoso contra Erika de la Vega; y su voto a favor de la despenalización del aborto ordenado por Silvia Tanús.

En un partido en crisis, donde la capacidad operativa, los recursos y la experiencia son imprescindibles, no cualquiera puede aspirar a tomar las riendas. Y es que, a la hora de elegir, la militancia votante buscará un perfil que no esté hundido en escándalos, traiciones o desayunos compartidos con los Morenistas.

Si la elección es tal como dice el periodista Rodolfo Ruiz, “los panistas de Puebla podrían ahorrarse muchos gastos y garantizar una mayor participación de sus militantes y simpatizantes.”