El gobernador en funciones, Sergio Salomón, ha declarado que no le interesa formar parte del gabinete de la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Este sorpresivo anuncio viene después de semanas de especulación, aunque solo en los medios poblanos, sobre su posible inclusión en el gabinete federal.
Todo comenzó de manera casi accidental. En una rueda de prensa mañanera, un reportero decidió preguntar a Salomón si aceptaría un puesto en el gabinete. Salomón, sin negar ni confirmar, dejó que la incertidumbre flotara en el aire. Y así, la bola de nieve mediática comenzó a rodar.
Pero hoy, en un movimiento calculado, Salomón ha salido a decir que, de ser invitado, no aceptaría porque está enfocado en terminar su gestión de la mejor manera. Porque, la relación entre Claudia Sheinbaum y Salomón, aunque cordial, no es tan estrecha como para ofrecerle un lugar en su gabinete, ni siquiera en el ampliado. Este anuncio, claro, es una estrategia de su equipo de comunicación para subsanar mediaticamente el hecho no solo de no ser invitado, sino nunca considerado.
Así que ahora, con su dignidad intacta y blindada, Sergio Salomón se prepara para otros proyectos, sin duda, pero no desde una secretaría federal. Su futuro está en su faceta empresarial, no en el gabinete de Sheinbaum
