García Parra agita las aguas del próximo congreso que busca un líder

Por: Adriana Colchado

@tamalito_rosa

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Las aguas del congreso están agitadas y llenas de expectación. José Luis García Parra, uno de los hombres de mayor confianza del gobernador electo Alejandro Armenta, podría ser la pieza clave del nuevo gabinete. Los rumores sobre su inclusión temprana en el equipo de doble AA han despertado las ambiciones de los diputados de Morena que formarán la próxima legislatura.

Naturalmente GP, estaría destinado a llegar al congreso como líder de su bancada para construir el andamiaje legal que permitirá a Armenta transitar. Su misión: asegurar que exista armonía política entre el fiscal, el auditor, el presidente del tribunal y el ejecutivo. Una vez que esta estructura esté en su lugar, pedirá licencia en el congreso para integrarse oficialmente al equipo de primera línea de Armenta.

Sin embargo, en la mesa para sustituir a García Parra de ese cargo que asumirá hasta el 15 de septiembre, no será su suplente quien de facto lo haga. Ya se barajan varios nombres. Laura Artemisa García Chavez, veterana de cinco partidos políticos distintos, espera su oportunidad debido a su cercanía con el próximo ejecutivo estatal, pero pese a su enorme trayectoria en el SETEP, no tiene buen diálogo con las secciones 23 y 51 del magisterio poblano, ni cuenta con todas las simpatías de sus compañeros diputados.

Por otro lado, Julio Huerta, primo del fallecido exgobernador, apela a que se cumplan los acuerdos, y a pesar de no gozar de la plena confianza del mandatario electo mantiene la esperanza de alzarse como líder.

Otros perfiles también se disputan el siquiera ser considerados en la lista, pero en su mayoría padecen al menos uno de dos problemas: carecen de la habilidad de diálogo necesaria para asumir el rol de líder del congreso o no cuentan con la confianza del futuro Gobernador poblano.

GP ha declarado estar enfocado en integrar los mejores equipos para la transición, pero no descarta pedir licencia para unirse al gabinete de Armenta. Afirma que no le interesa el cargo desde el que opere, sino su misión de incidir desde el poder para mejorar la vida de los poblanos. La trama está servida.