Damasco, Siria.- Desde el colapso del régimen de Bashar al Assad el pasado domingo, al menos seis ejecuciones extrajudiciales han sido documentadas en Siria, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Estas acciones, motivadas por venganzas, se suman a una creciente ola de tensiones sectarias en varias regiones del país.
Rami Abdulrahman, director del OSDH, confirmó que las ejecuciones ocurrieron en distintas ciudades y que la organización posee pruebas en audio y video de los hechos. Según Abdulrahman, grupos extremistas han protagonizado incursiones en zonas de mayoría alauí, la rama del islam a la que pertenece la familia al Assad, sembrando el miedo entre la población.
Disturbios y tensiones sectarias
En Latakia, ciudad costera de predominio alauí, radicales armados irrumpieron en viviendas, saquearon pertenencias y agredieron a mujeres, de acuerdo con denuncias del OSDH. La organización también reportó disturbios en otras provincias, donde grupos armados locales están generando caos, saqueos y actos de violencia, haciéndose pasar por fuerzas de seguridad.
“Es esencial detener este ciclo de venganza y proteger a los residentes de todos los credos y etnias”, señaló el OSDH en un comunicado, exigiendo el desarme de estos grupos y la restauración del orden.
Un régimen derrocado
El régimen alauí de la familia al Assad, en el poder desde 1971, fue derrocado tras una ofensiva de 12 días liderada por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, HTS). Los insurgentes suníes tomaron Damasco prácticamente sin resistencia, marcando el fin de un periodo de gobierno caracterizado por la represión y el conflicto.
Esfuerzos por restablecer la calma
El HTS, ahora en control del país, ha desplegado fuerzas de seguridad para contener la violencia y perseguir a los remanentes del régimen de al Assad. No obstante, las tensiones sectarias y los actos de venganza siguen siendo un desafío importante en la transición.
El OSDH instó a las nuevas autoridades a establecer tribunales justos para juzgar a los responsables del régimen caído y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. “La estabilidad de Siria dependerá de cómo se maneje esta etapa crítica”, advirtió Abdulrahman.
El futuro del país permanece incierto mientras enfrenta las secuelas de un conflicto prolongado y el reto de reconstruir una sociedad profundamente dividida.