El exintegrante de One Direction falleció en Buenos Aires, y las circunstancias de su muerte están rodeadas de polémica tras el resultado de su autopsia.
El mundo de la música está de luto tras la inesperada muerte de Liam Payne, exintegrante de One Direction, quien falleció el 16 de octubre al caer desde el balcón de su hotel en Buenos Aires. Inicialmente considerado un accidente, el caso ha tomado un giro sombrío con la revelación de su autopsia, que confirma un alarmante consumo de sustancias.
Payne había decidido prolongar su estancia en la capital argentina debido a problemas con su visado, lo que retrasó su partida tras un concierto de su excompañero Niall Horan. Sin embargo, en los días previos a su muerte, se observó un preocupante patrón de consumo de drogas.
Imágenes de la escena del incidente despertaron sospechas, mostrando evidencias de uso de cocaína en la habitación del cantante. Con la publicación del informe de la autopsia, las preocupaciones se confirmaron: Liam Payne no solo había consumido cocaína, sino también crack, metanfetaminas y una peligrosa mezcla conocida como ‘tusi’, que combina metanfetamina, ketamina y MDMA.
Además, el informe revela que el cantante había ingerido alcohol y un medicamento para la ansiedad, complicando aún más su estado físico y mental. Este cóctel de drogas y alcohol parece haber influido en su comportamiento, lo que podría haber derivado en un episodio de descontrol emocional. También hay reportes de medios estadounidenses que sugieren que Payne pudo haber consumido cristal, una droga que puede provocar episodios de paranoia y agresividad.
La noticia ha causado una ola de consternación entre los fanáticos y colegas de Payne, quienes han expresado su tristeza y frustración ante la tragedia. La comunidad musical se encuentra en reflexión sobre los peligros del abuso de sustancias y la salud mental en la industria.
La muerte de Liam Payne no solo marca una pérdida para el mundo de la música, sino que también pone de relieve las graves consecuencias del consumo de drogas y la presión que enfrentan los artistas. A medida que se desarrollan los detalles de este trágico episodio, la esperanza es que sirva como un llamado de atención sobre la importancia del bienestar emocional y la prevención del abuso de sustancias en la vida de los artistas.