En Palacio dicen que la extradición de Ovidio es el primer gesto de Sheinbaum a Washington rumbo a la campaña

Por: Admin

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Gestiones de altura en una semana crucial por la liberación de Emma Coronel. El mensaje de Salazar. El verdadero operador judicial de la 4T.

 

Hace tres semanas un juez de amparos del Edomex rechazó un recurso presentado por los abogados de Ovidio Guzmán lo cual dio paso a la extradición a Estados Unidos del hijo del Chapo que se concreto ayer viernes por la tarde.

En Palacio deslizan que hubo un fuerte cabildeo sobre los funcionarios judiciales en cuestión y que corrió por cuenta de Alejandro Gertz Manero. El fiscal general repitió en diversas ocasiones que extraditar a Guzmán era, además de un aspecto central de la relación bilateral con Estados Unidos, una “cuestión transexenal”.

Gertz fue extremadamente diligente, inusualmente enérgico, cuando cierto funcionario judicial le dijo que la extradición de Ovidio podría suceder recién en agosto del año que viene.

Para el fiscal todo lo que sea ir contra el Cartel de Sinaloa es ir también contra Genaro García Luna que está condenado en el país vecino por una presunta colusión con dicho grupo criminal, entre otros cargos.

Gertz y Genaro García Luna tienen una historia tortuosa que se remonta al sexenio de Vicente Fox y que incluye un episodio muy complejo que tuvo lugar una madrugada de esos años en el aeropuerto de La Guardia, en Nueva York.

Desde Palacio Nacional se aceleraron los tiempos para que la extradición de Ovidio coincida con la designación de Claudia Sheinbaum como candidata presidencial.

El War Room de la ex jefa de gobierno capitalino ya tiende puentes en Washington y se tomó nota muy rápidamente de que para la Casa Blanca iba a ser muy compleja la coincidencia entre la liberación de Emma Coronel, esposa de Guzmán, que fue esta semana y la permanencia de Ovidio en México. Una vez comprendido ese escenario, la orden a Gertz desde la cúpula fue solo cuestión de horas.

Es curioso: la opinión pública y la prensa suelen retratar a Arturo Zaldívar o a Yasmin Esquivel como operadores judiciales de alto nivel de este Gobierno pero lo cierto es que en los últimos meses no han dejado de fracasar y han generado más problemas de los que han resuelto.

Esquivel, con su vidriosa trayectoria intelectual y Zaldívar con episodios directamente vulgares, como ese que se comenta en la Corte de que tuvo una trifulca con otro ministro que terminó en violencia física. No. El operador más rutilante de este sexenio en el mundo judicial es Gertz, aunque permanezca en un lejano segundo plano.

La extradición a Ovidio es explicada por estas horas en Washington como un primer gesto de Sheinbaum a un Joe Biden acorralado por el desastre del fentanilo y es un mensaje también muy directo a la retórica de los republicanos: la guerra contra el fentanilo es en México, con militares mexicanos, con las leyes mexicanas y la extradición de Ovidio va en esa dirección.

Ken Salazar juega un papel de intermediario en esta cuestión, que es el rol que más le gusta, el de la política, y de ahí también su declaración de hace dos semanas de que Biden rechaza tajantemente la intervención de militares de su país en México para ir contra el narco.

De este modo en el entorno de Sheinbaum creen que se comienza a contrarrestar esa tesis de que Marcelo Ebrard era el favorito de Washington para la candidatura de la 4T. La extradición de Ovidio se presenta como el inicio de una sociedad que puede alcanzar las zonas más oscuras.