Mario Puzo y “El Padrino”: La novela que nació de la desesperación

Por: Rocío Rios

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 El escritor que cambió el género de Gánsters con “El Padrino”

Mario Puzo, escritor y guionista estadounidense de origen italiano, nació el 15 de octubre de 1920 en Manhattan y falleció el 2 de julio de 1999 en Nueva York, a los 78 años. Creció en el barrio marginal de Hell’s Kitchen, cuya atmósfera inspiró gran parte de su obra literaria. Atrapado por deudas y tras varios fracasos literarios, Puzo decidió escribir una novela con el único fin de generar ingresos, sin imaginar que crearía un clásico de la literatura y el cine: El Padrino.

Puzo, un empedernido fumador de puros, no tuvo vínculos directos con la mafia, Puzo conocía el ambiente del hampa debido a su cercanía con el juego y los prestamistas. Tras participar en la Segunda Guerra Mundial, estudió en la Universidad de Columbia y comenzó su carrera como escritor. Sus primeras novelas, como La arena sucia (1955) y Seis tumbas en Múnich (1967), no lograron el éxito esperado, Puzo estaba al borde de la quiebra, con una deuda de 20 mil dólares, lo que lo llevó a aceptar la propuesta de sus editores para escribir una historia sobre gánsters.

Así nació El Padrino (1969), una mezcla de recuerdos de infancia e imaginación, que inicialmente fue rechazada por varias editoriales. Sin embargo, G.P. Putnam’s Sons decidió publicarla, y Puzo recibió un adelanto que le permitió continuar. Aunque escribió la novela más por necesidad que por pasión, sin estar totalmente convencido de su obra. El Padrino fue un éxito rotundo, tanto que la editorial vendió los derechos de bolsillo por 410 mil dólares. Hollywood no tardó en interesarse, y en 1972, Francis Ford Coppola dirigió la icónica adaptación cinematográfica, que consolidó a Puzo como un referente en la narrativa de gánsters. Se convirtió en un fenómeno cultural, y la novela fue abrazada tanto por el público como por la crítica.

El éxito de El Padrino es una paradoja en sí mismo. Aunque Puzo escribió la novela pensando solo en resolver sus problemas financieros, terminó creando un clásico que no solo redefinió el género de las historias de gánsters, sino que también influenció a la Mafia real, la cual adoptó algunos de los rituales y frases del libro. A lo largo de su carrera, Puzo ganó dos premios Oscar por las adaptaciones cinematográficas de sus propias novelas, y también fue guionista de películas como Superman y Terremoto.

Puzo falleció en 1999, dejando un legado inmortal en la literatura y el cine. A pesar de no estar completamente satisfecho con El Padrino, personajes como Vito y Michael Corleone han quedado grabados en la cultura popular. Su obra póstuma, Los Borgia (2005), fue completada por su compañera Carol Gino, quien lo acompañó tras la muerte de su esposa Erika.