INAH Investiga Importante Descubrimiento Arqueológico en Atlapexco, Hidalgo

Por: Adriana Colchado

@tamalito_rosa

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El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha comenzado una investigación exhaustiva tras el reporte de un hallazgo arqueológico significativo en el municipio de Atlapexco, Hidalgo. Notificado en mayo, este descubrimiento ha sido confirmado como auténtico por la institución y ya se encuentra bajo estudio.

Desde el informe inicial, el INAH ha realizado tres visitas de trabajo con el objetivo de registrar las características del monumento descubierto y establecer medidas para su conservación. La visita más reciente tuvo lugar el 15 de junio, durante la cual se profundizó en el registro del inmueble, que mide 3.5 metros de altura, y otros vestigios arquitectónicos cercanos, entre ellos un juego de pelota de aproximadamente 18 metros de largo, ubicado en la localidad de Tecacahuaco, en la Huasteca hidalguense.

Entre los rasgos del edificio prehispánico destacan su bien preservada escalinata, flanqueada por dos alfardas, un paramento en posición de ‘V’, restos de un aplanado de barro y evidencias de que se trata de la subestructura de una construcción mayor, que habría alcanzado 15 metros de diámetro en su base. Aunque aún no se ha determinado la temporalidad exacta del edificio y del sitio en general, fragmentos de obsidiana recolectados en superficie sugieren una ocupación hacia el periodo Posclásico (900-1521 d.C.).

Especialistas indican que, aunque existen ocupaciones previas en la Huasteca hidalguense, la posibilidad de que el basamento corresponda a esa época implicaría que Tecacahuaco fue un asentamiento bajo el control del señorío de Metztitlán, hegemónico en la región durante dicho periodo.

El hallazgo se produjo cuando un vecino del barrio de Tlamaya buscaba ampliar su potrero, lo que llevó a los pobladores de Tecacahuaco a indagar entre las personas mayores acerca de indicios del sitio patrimonial ahora confirmado. Se recuperaron historias de un sacerdote que ordenó destruir unos ídolos de piedra y relatos de curanderos que, hasta hace algunas décadas, acudían al lomerío para realizar pedimentos de curación.

Eugenio Hernández Hernández, delegado auxiliar de Tecacahuaco, relató, apoyado por la traducción al español de Ladislao Márquez Osorio, que cuando alguien enfermaba, el curandero y la persona asistían al sitio para realizar una ofrenda de aguardiente, pan o zacahuil (tamal tradicional de gran tamaño hecho con masa de maíz y típico de la Huasteca hidalguense).

El objetivo ahora es proteger y conservar el sitio para permitir que el INAH pueda realizar los estudios correspondientes y asegurar su preservación para las futuras generaciones.