En estos días no hay nada más importante en Puebla que la llegada de la Jirafa ‘Benito’.
Puede haber asaltos en las carreteras, y vale un pepino.
Puede un funcionario robarse cash del erario, y vale una berenjena.
Puede un extorsionador casarse y tener como testigo de su boda al Don, y vale un cacahuate.
Pueden dos lideres políticos enfrentarse por el huachicol abiertamente, y vale una reata.
Puede una líder política estar comiéndose las fuerzas juveniles de su partido, y vale un chorizo.
Pero esos son hechos aislados que rara vez suceden en estos lares.
La llegada de la jirafa me hizo recordar a una amante que tuve hace años, una mujer que media casi 1.80 (descalza), frondosa, caderona y unas patas que parecían dos troncos de madera de Zacatlán, las cuales cargué estoicamente un par de años.
Con ella aprendí los pasos prohibidos de la salsa y de la cumbia.
Aprendí como se baila de cartoncito de cerveza y el abrazo de tamalito.
Aprendí unos secretos del kamasutra y varios secretos de los políticos poblanos.
Ella me confió que Dino Bartlett se llevó el oro de la ciudad.
También me contó como ‘El precioso’ se hizo de la gubernatura y por qué le tenía afecto al camellito -Kamel-
Me habló del sr de los cerros y de su soberbia.
Me contó que ‘El cantante’ no hizo su plata vendiendo popelina.
Odiaba a los lamehuevos y a los pipopes: ‘Son hipócritas, chismosos, cínicos y quedabien’
Las historias que tiene darían para hacer una serie más larga que la de ‘Los Soprano’, pero de intriga, cinismo y traición.
Decidí ir a buscarla.
Tomé un puro y mi nuevo Audi.
Al llegar al bar donde trabaja, la vi y me vio.
Se besuqueaba con un cliente que era de la banda de los recién nombrados ‘chicos malos del barrio’.
Me mandó un mesero con una botella de bacardi y con las llaves de su habitación.
‘Dice la jirafa que la espere’
-Pues la espero- respondí
Mi cuenta en tuiter: @soprano_tonny
Columna ficción