El 11 de febrero los astros se alinearon y conspiraron contra una mujer que fue devorada por una alcantarilla sin tapa en la 2 norte y 6 oriente.
De inmediato los elementos de protección civil llegaron al rescate, sin embargo fueron casi tres horas las que realizaron maniobras para poder liberar a la mujer.
El parte médico que se presentó en ese instante no arrojó nada más allá de golpes y raspones.
Un empleado municipal se atrevió a bromear que con una pomada llamada ‘marihuanol’ sería más que suficiente.
Los asesores de Lalo Rivers le dijeron que no se preocupara y que siguiera con su agenda: echar fut, regar jardines y tomarse unas selfies con Liliana para este 14 de febrero. Cosas que el alcalde siguió gustoso al pie de la letra.
El ayuntamiento siguió trabajando como siempre.
Lepe metido a la extorsión de los ambulantes.
El Huevo buscando vecindades para meter ahí a las prostitutas y tener controlado el moche carnal.
Consuelo y Rayo, desde seguridad publica ordenando operativos contra automovilistas y deteniendo pequeños hampones.
Adán gozando de una beca en el Charles Hall por no hacer nada
Berny, haciendo lo suyo: negocios y más negocios.
Pero no siempre la vida es fácil.
No es sencilla y menos cuando se pretende llegar a ser el dueño de la marranera.
La mujer de 19 años que fue devorada por la alcantarilla se comenzó a sentir mal.
Los dolores no paraban ni han parado.
Un poco de fiebre a ratos.
El marihuanol no ha funcionado.
Los sedantes tampoco y mucho menos los anti inflamatorios.
Los familiares de la mujer que no se fijó por donde caminaba buscaron sin éxito al alcalde.
Después de varios intentos y amagos con recurrir a la justicia y a los medios de comunicación, fueron atendidos.
Como es la política del Yunque, los escucharon sin prometer nada.
Les aventaron unos pesos y les prometieron no dejarlos solos a cambio de que no abrieran la boca, ni mancharan la cándida imagen de Lalo Rivers.
El Higadito Montiel convocó a una reunión urgente.
A la cita llegó la burbuja: Los yunques del poder: Los Montiel, Berny, Lupita…
Palabras más, palabras menos, acordaron demandar junto con la infeliz mujer a los dueños de la maldita alcantarilla maldita: CFE y TOTAL PLAY.
Es decir, a las empresas que dirigen el dinosaurico Manuel Bartlett y el deudor del SAT, Ricardo Salinas.
El equipo de Lupita (la sindico que pidió el diezmo cuando era regidora a su suplente) fue instruido a armar la denuncia.
Si Lalo Rivers usa el sentido común desistiría de tal hazaña.
Y es que en sus sueños por sustituir a Don N no ha medido tamaño ni peso de sus enemigos.
No ha entendido la naturaleza de la cadena alimenticia: En donde el pez más grande devora al más chico de un bocado.
La duda impone ¿La alcantarilla maldita se devorará al alcalde?
Tic tac
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Columna ficción