La noche de este viernes fue detenido en el fraccionamiento La Vista, ‘El Sultàn’
Oficialmente su aprehensión se deriva de su vinculación a proceso por el presunto delito de violencia familiar en contra de su pareja y el hijo de ella (un menor que ya no está en México)
Aunque realmente su detención se debe al haber violado los códigos de la mafia que habita en la marranera: Robo, traición y deslealtad; Tocarle los huevos al Don, pues.
El Sultán pecó de ingenuo.
Desde hace meses decidió enfrentar al gobernador.
Se rebeló.
Se negó a darle lo suyo.
Se reunió con sus enemigos.
Conspiró
Y en un momento se sintió con mas poder que el dueño de la marranera.
Una entrevista que le concedió a la foca favorita del Don fue la primera molestia en contra suya.
¿Pero quién lo aconsejó?
¿Quién le habló al oído?
¿Quién le pidió que extorsionarán alcaldes y exalcaldes?
¿Quién le dijo que tenían protección de Palacio Nacional?
El dinero que hizo fue de varios cientos de millones de pesos.
Parte del cash lo repartió con su ‘protector’, quien todavía ayer por la tarde le decía que no lo iban a dejar solo.
El Sultán hizo de la ASE un verdadero bunker y de su oficina una pequeña Sodoma.
Por ahí desfilaron políticos.
Aspirantes a diputados.
Aspirantes a alcaldes.
Todos con la intención de limpiar sus cuentas públicas.
Salían desplumados pero absueltos.
También llegaron periodistas: quienes fueron filmados discretamente al momento de recibir su tajada.
Su oficina era una pequeña ciudad de la lujuria.
En nomina tenia un par de amantes que cobraban como asistentes sueldos mayores a 50 mil pesos.
Quienes hacían su verdadero trabajo al estilo de Mónica Lenguiski.
El Talibán operaba por fuera: desde un pequeño despacho ubicado en San Manuel extorsionaba en todo el estado a nombre del Sultán.
La Bruja hizo con el presupuesto de la auditoria lo que todo hampón hace con un cajón abierto: saquearlo.
El cerco para detener al Sultán se cerró la semana pasada.
Un juez hizo lo suyo: lo vinculó a proceso.
El Congreso pidió su salida.
La Fiscalía comenzó a hostigar a los suyos.
No había salida.
Entregarse y pactar la tranquilidad de su círculo más cercano fue lo más sensato.
¿Qué y a quién le entregó información de los pocos dineros que le dio a Don N?
¿Qué ofreció Don N para quitarle esa protección de Palacio? (Esa es otra historia)
¿Qué sigue para él Sultán?
¿Seguirá pensando que está protegido desde Palacio Nacional?
¿Cuál será su futuro?
¿En qué espejo se verá: ¿En el del Castaño, en el de Santizo o en el de Palomeque?
Y es que la cárcel es un instrumento esplendido para que el Karma aparezca de pronto.
Tic tac.
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Columna ficción