‘Doble Ese’ cambió la forma de gobernar en Puebla
Contrario a Don M, decidió sacar el hígado y el corazón de las decisiones importantes (odia los pleitos y el sentimentalismo) y gobernar con ojo y coco. Ve por lo suyo y al mismo tiempo se cuida.
A punto de entrar a una reunión ultramegasecreta en una humilde casona de camino real, un pequeño asesor le dice:
– “Jefe, hay que enseñarles a esos cabrones quien manda”
– “En serio”
– “Si, que sepan que nos la pelan”
– “Cuida tu lenguaje, no pierdas la compostura y menos si vamos a negociar la paz y el futuro”
A la reunión solo asistieron cuatro personajes: Doritos y su Jr, Estafa y ‘Doble Ese’.
Los celulares quedaron afuera.
El saludo fue frio.
Doritos y su Jr habían rechazado reunirse con Estafa, quien los había buscado semanas atrás.
‘Doble Ese’ buscó la reunión con la idea de pactar la paz en Tecamachalco y ayudar a Jr a que la justicia poblana fuera su amiga.
Estafa asistió con la intención de negociar la tranquilidad que le quita el titular de la UIF, Pablo G, amigo personal del 02 y Doritos, a cambio se olvidaría del día en que el Dr. Tocino le quiso quitar 10 melones y llevará al PRI al amasiato con MORENA el 2024.
Doritos y su Jr no veían mal la oferta.
Si la rechazaban estarían desenterrando el hacha de la guerra.
Era la paz o Puebla se llenaría de sangre y sesos.
Los cuatro colocaron su mano en el pecho y como si fuera un ritual siciliano preparado por Don Vito, dijeron al mismo tiempo: “Juro, por la salvación de mis nietos, que no seré yo quien rompa la paz que hemos concertado hoy aquí”.
Entonces vinieron los abrazos y las carcajadas.
Hubo más acuerdos.
Las persecuciones de los sabuesos del fiscal Gil contra ‘Los Doritos’ tendrían que acabarse.
En la alianza que habrá de firmar el PRIMOR, Estafa se llevará lo suyo.
“Doble Ese” salió de la reunión: felice e contento, abordó su camioneta blanca, le subió a la radio: ‘protégeme señor con tu espíritu’, sonó como plegaria al cielo y a Don M.
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Columna ficción.
