El Gobierno nos mató…la ILUSIÓN

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Tenemos a una Secretaria del Bienestar empeñada en mínimamente ser Senadora, pese a los casi 300 mil poblanos más, que cayeron en POBREZA EXTREMA; el mayor incremento a nivel nacional.

Alberto Pacheco

Recuerdo por allá del 2021, que recién volvía a México después de 10 años de ausencia y mientras mi taxi circulaba cruzando la ciudad, todo me parecía nuevo: puentes elevados, ciclovías, edificios corporativos y pensaba “parece que finalmente Puebla progresa de verdad”.

El conductor me decía “Moreno Valle robó, pero hizo un chingo y estos, roban un chingo, pero no hacen ni madres, porque todo lo que ve (joven), es obra del Moreno Valle”.

No obstante, me preguntaba a mí mismo “¿qué acaso no, ya llegó la 4T a Puebla?”, supongo que sí no están haciendo mucho, al menos no lo niegan.

Pasaban los días y en efecto, el encabronamiento era casi uniforme en cualquier lugar en el que me paraba y con quien platicara.

Personalmente y quizá hasta como autómata, siempre he sido una persona afín a la radiografía de los datos, pues si bien, tampoco son infalibles, al final, es lo que más no acerca a la verdadera realidad.

Los datos en primera instancia fueron demoledores; en competitividad, hasta el lugar 26 (habiendo estado en el lugar 14 y avanzando), en combate a la pobreza, parecía que nos esforzábamos de más, en ganarle a Chiapas y Guerrero como los Estados más pobres de México, los salarios, en franca decadencia, la informalidad por las nubes, la llegada de inversiones del nivel de la de AUDI, ni sus luces. En resumen, una catástrofe.

Pero inclusive y a pesar de la dureza de los datos, el gobernador decía que en Puebla se habían acabado los excesos, que el desarrollo era la constante (aunque pienso que se refería al desarrollo de fortunas particulares de muchos de sus funcionarios) y aún con un cinismo más perverso, la titular de la Secretaría de Economía, de la cual, no entendía tanto protagonismo, gritando a los 4 vientos, que Puebla era referente nacional del DESARROLLO.

En algunos casos, solían decir que, pese a la pandemia, Puebla no la pasaba tan mal gracias a las brillantes gestiones, tanto del gobernador como la de su gabinete, sin duda, aseveraciones perversas y que hoy casi rozando el 2024, se mantienen, más cínicas que nunca.

Tenemos a una Secretaria del Bienestar empeñada en mínimamente ser Senadora, pese a los casi 300 mil poblanos más, que cayeron en POBREZA EXTREMA; el mayor incremento a nivel nacional.

Tenemos a una Secretaria de Educación que no necesitó si quiera, terminar su educación profesional.

Tenemos a una Secretaria de Finanzas que solapó un boquete a las arcas, como nunca antes se había visto.

Tenemos a una Secretaria de Economía, que no necesitó formación especializada ni trayectoria en el ámbito económico-financiero para ocupar la cartera más importante que todo gabinete tiene y que, en consecuencia, hizo que Puebla se hundiera en competitividad, con los lastres que eso ha traído para todos los poblanos: empleos híper precarizados, sectores empresariales anacrónicos y de muy bajo valor agregado, salarios miserables debido al entorno poco competitivo, subempleo, precariedad profesional de los jóvenes etc.

¿Con qué cara, el gobierno le puede pedir a los poblanos que crean? Si la realidad de los más, es trabajar mucho y no prosperar.

¿Con qué cara le piden a los poblanos emprender? Si los negocios son solo para los cuates.

¿Con qué cara hablan de educación? Cuando quién dirige tal secretaría ni siquiera la necesitó.

No obstante, con esa misma cara, dentro de menos de un año, vendrán a pedirnos el voto, porque pese a tener a una bola de servidores públicos, mediocres, corruptos y cínicos, serán quienes, en su gran mayoría, volverán a ocupar los espacios de poder.

Sin importar que hoy se ofendan en público, en privado se repartirán el pastel.

No importa si hoy, es un mediocre secretario, porque seguramente, mañana será un nefasto legislador o un alcalde raterazo.

Volveremos a ver apellidos como Alcalá, Chidiac, Riestra, Guevara, Chedraui y un sinfín de politiquillos solo cambiar de oficinas, para seguir viviendo del erario y las mieles de este, mientras la gran mayoría, nos quedaremos si bien nos va, con una gorra o una sombrilla como recuerdo de las estafas de las cuales somos víctimas, cada proceso electoral.

Puebla es la representación perfecta de lo que alguna vez dijo el gran Marqués de Sade:

“si el infortunio persigue a la virtud y la prosperidad acompaña al crimen, siendo ambas cosas iguales para los proyectos de la naturaleza, ¿no es acaso mejor, tomar partido entre los malvados que prosperan que entre los virtuosos que fracasan?

Nos vemos cuando nos leamos.

 

Alberto Pacheco
@AlbertoPacheco_