El suertudo y el gandalla.
Que ya pasadas las elecciones y entregadas las constancias de presis y diputados electos, se hacen los recuentos de los daños que dejó la guerra interna de los diferentes partidos. Y que quien da más de que hablar es el PAN.
El suertudo. Mario Riestra, a pesar de tener una opinión dividida entre el panismo (o lo aman o lo odian), logró ganar como diputado federal, colocar a su hermana en el cabildo de Lalo Rivera y pavimenta sin problemas su búsqueda hacia la alcaldía.
El gandalla. Jesús Chucho Zaldívar, que logró agandallarse la candidatura a diputado local por el distrito 10 siendo abanderado por el PRI, a pesar de pregonar que no buscaría nada porque su trabajo estaría en la dirigencia municipal de su partido. Sin embargo, su poco y pobre trabajo como líder capitalino, no lograron convencer ni a sus correligionarios. Así que el dirigente municipal, se quedó con las ganas.
La suertuda. Guadalupe Lupita Leal. Siendo una imposición de la presidenta estatal Genoveva y buscando un distrito que manejaban bien dos contrincantes de peso, Manolo Herrera y Jacobo Ordaz, logró quedarse con la elección. Habiendo estado alejada de los debates y las disputas políticas, de la estética al Congreso Local. ¡Suerte pura!
El gandalla. Jesús Giles. Entre un vaivén de acusaciones de sus compañeros de partido y sustos por parte de la Fiscalía del estado, logró que su cuata Geno lo impusiera como candidato a presidente municipal de Ocoyucan. ¿El error? su trabajo se concentró en Lomas de Angelópolis cuando su distrito abarcaba otras zonas menos fifís y otras Juntas Auxiliares. ¿El resultado? Perdió.
El mega gandalla. Mención aparte merece el CUÑADO (impuesto y sin mérito alguno), Kevin Vargas, de la presidenta Geno, solo diremos: también perdió.
Oootra del PAN.
Que en el PAN ya alistan los cuchillos y los afiladores. La renovación del Consejo estatal se renueva y destacan algunos detalles:
Uno. Genoveva buscará reelegirse a como de lugar y casi todos buscan su salida… a como de lugar.
Dos. Reaparece otro ausente morenovallista como Jorge Aguilar Chedraui (El JACH) y empieza a tener el visto bueno de propios y extraños.
Tres. Lalo Rivera tendrá que atinarle en un solo tiro. Pues aunque ahora es el consentido, nomás no se quita el estigma de que siempre es él y su burbuja.
Cuarto. Pregunta obligada. ¿Humberto Aguilar, “El Tigre”, y Ana Teresa Aranda, “La Doña”, buscarán meter mano o solo apoyarán de manera moral?
Una del gober.
Después de que la semana pasada, Puebla fuera noticia nacional por el rescate de dos perritos (Spay y Spike), y de que el Gobernador tuviera el like de todo México, ahora debe concentrarse en rescatar a otros: a cientos poblanos que andan sin empleo, a cientos de viejitos que aún no se vacunan, a tratar de mejorar el servicio de las dependencias de gobierno y de mejorar las escuelas públicas de los niños que no tardan en regresar a clases. Porque regresar sin agua porque se robaron las bombas de agua, sin las pocas computadoras, porque también se las robaron y con mobiliario escolar más viejo y sin mantenimiento, nomás no dan ganas.
El juglar.
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