LA GUERRA QUE SE AVECINA (PARTE I)

COMPARTE:

Facebook
X
WhatsApp

 

Hace años, no puedo recordar cuantos exactamente; juré regresar de aquella isla del destierro en Sicilia, aunque no está claro porque recuerdo un duelo de espadas. Si bien es cierto que fui desterrado aún recuerdo bien cómo funciona esto, siempre es la misma historia solo cambian los protagonistas. No entiendo quien depositaría en la política o en sus manos su destino. Los políticos son como una de esas mujeres de las que disfruta su compañía Soprano, están dispuestas a prometerle lo que sea con tal de despojarle de lo suyo. Acepté Soprano tu invitación porque no soporto la falsedad de las familias poblanas. Es momento de desnudarlas como son y ya sabes lo que dicen los italianos:

                “El mundo es tan difícil que un hombre debe tener dos padres para que vele por él, y es por eso que existimos los Padrinos”

 

LA GUERRA QUE SE AVECINA (PARTE I)

 

La mejor manera de educarnos en las estrategias de la mafia y sus rincones es haciendo historia. Recuerdo un pasaje de “Los Borgia” que ejemplifica perfectamente lo que sucederá en Puebla.

Era la elección papal de finales del Siglo XVI, las familias Orsini, Rimini, Della Rovere y Borgia disputaban la sucesión de “Inocencio VIII”. La guerra que desatarían estas familias duraría por años y sus consecuencias perdurarían para la eternidad. Para aquellos que crean que exagero, fue gracias a esta guerra que los reyes católicos se les llamo católicos, pues nunca debieron de ser reyes sino Juana “la loca” (que no estaba loca sino enferma de celos) que se convertiría en madre del emperador más grande de toda la historia: Carlos I de Alemania o V de España (contra su voluntad este último título). El ambicioso cardenal Borgia aceptó casar en secreto a Isabel y a Fernando para entregarles el trono de España, esto a cambio de los votos cardenalicios para volverse el sumo pontífice. Sin saber lo que sucedería, las acciones de Rodrigo Borgia determinarían el destino de 3 continentes, el idioma preponderante en el mundo sería el español y la religión la católica.

Lo anterior está a punto de suceder en Puebla en el 2024. Iniciará una guerra y debemos empezar a dibujar quienes son las familias poblanas que la disputarán. Tendrán reuniones ocultas como las de mafiosos que escudriñan en las sombras maquinando traiciones, campañas negras, impugnaciones e incluso habrá quienes se crean burdos gangsters.

Pero jamás hay que juzgarlos a la luz de lo que dicen ser sino de lo que verdaderamente son. Viendo detrás de las falsedades que venden, sabiendo realmente con quienes se reúnen, lo que prometen y acuerdan. La Familia Barbosa se descompone aceleradamente como solo el poder puede lograrlo, todos aquellos que juraron lealtad hoy corren despavoridos buscando el reacomodo con la Familia Salomón, la recién estrenada Famichia. Pero Salomón sabe que él es el sumo pontífice de la transición, una larga transición, sin dejar de ser pontífice. Juega en su estilo conciliador y cauto, deja jugar, aunque en la obscuridad impulsa sus afectos, sus afinidades. Se satura de voces que chocan entre sí. Patricia Leal le susurra caminar en cierta dirección; mientras que Estefan Chidiac, hábil palaciego, se escurre y discurre en su genialidad perversa maquinando en sentidos opuestos. Después entre las sombras aparece el representante “in pectore” de la Familia Barbosa, Julio, viendo con recelo como desvían los rumbos trazados por el hombre quien le diera todo. Todo esto transcurre mientras Doña Charo observa, expectante del futuro incierto y ocupada en el presente turbulento. Intenta tomar los hilos, pero algunos ya escurren de sus uñas, Salomón la ve…con la angustia de quien ve a su madrina viuda… y sin poder explicar a ciencia cierta lo que desea gritar…. el Gobernador…. ¡Soy Yo! Salomón sabe que es cuestión de tiempo, todos proponen reuniones. Todos le acechan con que apoye a uno u otro. Voltea, ve a su esposa…Sonríe. Ahí se siente cómodo. Alguien llama a la puerta…. es Pepe Chedrahui quien pasa factura y le recuerda de su sueño eterno por la alcaldía de Puebla. Armenta le solicita, por ahora puesto que fiel a su estilo llegara el momento que le exija a gritos para después reclamarle, que lo apoye en honor a su historia en Tepeaca. Incluso le recuerda de aquellos 25 kilos que le arranco de las manos a Esparza para ponerlas en las suyas. Nunca llegaron…. Estefan ve al cielo. Salomón por primera vez advierte el duro oficio de gobernar, vivir rodeado de lisonjeros normalmente acompañados de peticiones. Después se acerca sigilosamente Mier, llevado de la mano de uno de sus cercanos. Tienden el puente. Le recuerda que pueden ayudarse mutuamente. Traga saliva, voltea buscando el posible rechazo de algunos de los asistentes, desesperadamente recorre con la mirada la habitación en espera de espías del pasado reciente. Recibe una llamada, el reclamo del amasiato entre el yunque y Barbosa, exigiendo justicia, alegando aquella relación psico-político-afectiva entre Denisse y ellos. Sabe que su reclamo no le ocupa, es el de su madrina. Eduardo es un problema, sabe que no le alcanza y que juega a repetir como alcalde y desplazar a Pepe Chedrahui uno de sus grandes benefactores, amigo y encantador. Todo el juego se complica. Suda el tiempo que transcurre, sabe que se avecina la verdadera guerra para él…. ¡la del dinero y el poder! Marzo viene acompañado de ministraciones federales, el caudal de los 119 mil mdp empezará a fluir envenenado. Tere es un problema…. es un riesgo, además tiene observaciones insolventables por la ASF. Otra vez se aparece la imagen de la madrina. Los hermanos Chávez se aferran a los últimos contratos que puedan salvar. Los aviadores empiezan lentamente a dejar de aterrizar en sus pistas bancarias por instrucciones superiores. Ya viene Claudia Sheinbaum, ya viene Adán, ya se asoma Marcelo. Todos quieren un pedazo del recién estrenado gobierno de Puebla. Sabe que su destino es en algún momento quedar mal con alguien.

Creyeron que habían acabado conmigo, pensaron claudicaría en mis convicciones. Los odios sembrados en todo Puebla fueron demasiados, en sus restaurantes, en sus bares, en sus oficinas públicas y privadas se fraguan complots de futuras venganzas. Eso me oculta a los ojos de todos.

Nada de eso, deben todos renunciar a ese Edmundo Dantes que llevan dentro y que jura venganza.

La guerra terminó. El Don del odio ya no está entre nosotros. Le Mitrailleur se acalló.

Una nueva guerra empieza, la del 24. Aquí solo les dejé una probada de lo que vendrá: contratos, acuerdos, cifras, traiciones y traicioneros.

Puebla irá a la guerra y nosotros también. Pero eso sí, nunca lo olviden: “No es personal solo son…negocios”

 

 

mikecorleone
@corleonemike699