NO ES PERSONAL…
LA GUERRA QUE SE AVECINA
CAPITULO 13
Corleone el Auctor damnatus
“Del autor prohibido…a Ryszard Kapuscinski”
“Auctor Damnatus” es una denominación censoria de autores, nació a mediados del siglo XVI y principios del XVII durante la inquisición. “La república de las letras”, por así llamarla románticamente, sufrió uno de sus golpes más arteros. En el concilio de Trento por primera vez se da una prohibición a rajatabla de la lectura para autores específicos. Básicamente la iglesia prohibía estos autores por considerar su contenido literario un pensamiento hereje. Cuando en realidad era eso, realidad. Negar la realidad nunca ha sido una buena práctica vuelve al más inteligente un tonto.
¿Por qué es esto importante para una columna política? La respuesta es simple, Corleone nace como un Auctor Damnatus. Es el autor prohibido que te lleva a los lugares incómodos que nadie quiere asistir. Su nacimiento no es fortuito, lo he expresado infinidad de veces en las redes sociales, soy la suma de tus odios, la resta de tu tolerancia y la multiplicación de tus excesos. Esta prohibición de la iglesia hizo que proliferara la pseudonimia y la imprenta oculta.
Pero hay algo más de fondo que he expresado innumerables veces, existe una colusión deleznable en todos los niveles y todas las áreas ¿De gobierno? No, de la sociedad.
Senadores, diputados y regidores que no legislan en sus ámbitos. Periodistas que quieren ser pagados para no publicar nada; encuestadores contratados para decirte que vas a ganar cuando vas a perder; empresarios que apoyan a todos pero no apoyan a nadie; lobistas disfrazados de amigos del poder en turno para sacar contratos; jueces que encarcelan a los desfavorecidos o presos políticos pero rebasados totalmente por la impunidad, ministerios públicos que se creen jueces y un fiscal inquisidor; secretarías de finanzas que desfalcan las arcas, en lugar de vigilarlas. Y un largo etcétera. El mundo de no pasa nada…
Se supone que los actores de la sociedad deberían ser un factor de equilibrio. No de entreguismo absoluto. Vivimos en una época que es la consecuencia de 3 sexenios mal habidos, en todos los sentidos.
Pausemos. No soy santo, soy un capo. No me espanta nada, o muy poco. Simplemente no me agrada no poder llamarles a las cosas por su nombre.
Al que roba se le llama ladrón, al que delinque (juzgado por ley) delincuente, al que violenta mujeres es una paria indeseable.
Pero esto es una hipocresía funcional. Nadie dice nada, no sea que se enoje el Licenciado Fojaco.
Ambos formamos parte de la misma hipocresía Senador, pero no piense ni por un segundo que eso es aplicable a mi familia.
Michael Corleone al Senador Geary
Nos hundimos en un mundo de mentiras. Eludimos la legalidad a diario como estilo de vida. El hábito de la ilegalidad se hizo vicio.
Suben espectaculares, bardas, utilitarios, de todo… ¿y qué? Si no lo hicieran, seguiría ganando Pancho Pantera elecciones. La idea es que se publiciten, que nos convenzan de ser los mejores, que difundan sus ideas, que podamos contrastarlas. Pero la pregunta es ¿de donde provienen esos recursos de apoyo a TODAS las campañas? Se preguntarán muchos.
No debería ser oculto, en Estados Unidos está regulado; es más, para los diputados que no legislan ahí tienen una iniciativa. Legalicen lo que es ilegal. La ley es perfectible. Ese era el espíritu de la ley, moldearla al hombre. Existe un pavor inconmensurable a la verdad.
Lo están haciendo porque el sistema electoral mexicano es carísimo, porque les pagan a medios, impresores, empresas publicitarias, personas, vehículos, gasolinas, y muchos más. Hay quien apoya esos proyectos porque cree en ellos, estilo gringo y seguro por interés económico, que se transparente y ya. La falta de regulación ya hizo que quien, si se robó el dinero del erario para poder hacerlo, esté impune.
Regresando.
¿Saben quién encareció de una manera absurda el sistema electoral en Puebla? Rafael Moreno Valle.
Ahí retomaremos el principio de la columna. ¿Qué nos pasó? Dicen muchos en todas las mesas. Es simple.
Don Melquiades Morales Flores fue el último gobernador carismático y mesurado del poder. Desafortunadamente lleva arrastrando un reclamo infantil perenne que dio pie al fortalecimiento del marinismo. Su hijo Fernando. Su pecado fue dejarse cegar por su amor de padre.
Mario Marín prostituyó a la mitad del sistema político poblano y sus instituciones; como la de infraestructura, con el rapaz secretario del que ya nadie habla Javier García Ramírez. Le pagó a la mitad de los medios para callarlos. Sumisos tomaron los sobres. Después vino Lydia Cacho quien sigue siendo noticia con la detención de Karam ¡quién le sacara una pistola a su superior jerárquico!
Rafael Moreno Valle hizo algo simple, sustituyó sus carencias políticas con sobres de dinero. Terminó de prostituir a la otra mitad de los medios, los que no eran de Marín. Hoy ves a periodistas en tiempos electorales persiguiendo la chuleta detrás de los candidatos, denostando su noble labor. No ellos, no, los políticos.
Tony Gali la tuvo peor, decidió darles dinero a todos, con tal de que nadie estuviera en su contra, los medios que eran de Marín y los de Moreno Valle.
Eso nos trajo a la banalidad del mal, de la que hablamos en la anterior columna. El problema es que la normalización de lo ilegal se volvió la obligación de todos los días. En esa banalidad se cuelan los verdaderamente malos, los que encuentran placer en la ilegalidad. Para ellos, no es una función por cumplir, es una vocación.
Leía hace días en las redes a muchos periodistas, todos tiene mi más absoluto respeto, denunciando valientemente la aplicación irrestricta de la ley. A pesar de Rueda, muchos de ellos decidieron hacer lo que sabían que era correcto. Pero nada de eso hubiera importado sino existiera Salomón. Él terminó siendo la diferencia. Los periodistas hablaron y Salomón escuchó. Ese es un triunfo que nadie puede arrebatarles a ninguno de ellos.
Comentaba en la secrecía propia de mi naturaleza con un gran cómplice:
-No sé qué Rueda salga amigo, solo sé que era ilegal que no saliera. Lo que sea que decida hacer el Nigromante con su libertad, será una vez más responsabilidad de él y solo de él. Siempre fue así. Fin
Aquí debo hablar obligadamente de Ryszard Kapuscinski quien fuera un connotado periodista y escritor polaco. Recordado como uno de los grandes reporteros de guerra del siglo XX. En su escritura siempre combino el periodismo factual con una narración literaria, lo que le permitió capturar la complejidad humana y sociopolítica de cualquier lugar que cubría. Su obra es trascendente, pero legó también icónicas reflexiones.
Sostiene que para el ejercicio del periodismo ante todo hay que ser buenos seres humanos. Aquí es tal vez donde muchos deben de reflexionar: ¿qué están haciendo bien y qué están haciendo mal? Los convenios no son malos, pero deben de existir para que el trabajo periodístico le sea útil al poder y se reequilibre. No para que el periodista le sea funcional al poderoso, son cosas distintas.
Por eso después afirma que cuando se descubrió que la información era negocio, la verdad dejó de ser importante.
Por último, mi pseudonimia debe dejar de ser el motivo central de la discusión, sino lo que me llevo a ella.
Para quienes se preocupan del contenido de este espacio, aclaro que esta columna es un capitulado específico con un principio y un fin. Un guion escrito mucho antes a su publicación hace 600 días e inspirada en la mezcla de muchas corrientes que se dejan entrever en cada entrega. Con temas centrales predefinidos que se adaptan a la realidad específica de la semana. ¿Por qué digo esto?
Esta semana fue inédita en muchos sentidos. El cuarto poder fragmentado se vislumbró a medias luces después de mucho tiempo. El gobernador Salomón escuchó, sopeso y decidió.
Sería soberbio ir más allá de lo evidente: uno tiene el poder de la opinión (periodistas), él tiene el poder de decidir (gobernador). Y eso es mejor.
Ahora sé que el Gobernador probablemente lea estás líneas, le debía una relatoría de mis hechos y dichos.
Hoy tiene mi respeto por hacer valer la ley, Rueda es una figura pública, pero hay una gran labor de gobierno pendiente detrás de las rejas animales mal llamadas centros de readaptación. Que bien merece la pena su atención. Si esto le hicieron a un periodista, bastante repudiado eso sí, que le harán a cualquiera.
A Rueda le dejo una reflexión también. Debe demostrar que el mundo estaba equivocado o en lo correcto.
Aunque le sugiero ampliamente; que, si el Nigromante es un personaje, le vaya buscando un disfraz porque todos lo detestan. En cuanto al Dr. Rueda sé de muchos que le quieren y le admiran, tal vez ahí está el secreto, que se desprenda de la máscara de Khalil Gibran y su “loco”.
Según el gran Kapuscinski: “Sí entre las muchas verdades eliges una sola y la persigues ciegamente, se convertirá en falsedad, y tú en un fanático…”
No hay verdades absolutas, no existe tal cosa como un gurú de la verdad, no hay más verdad que la que descubrimos a diario. Mi compromiso será el que aprendí de un querido secuaz que me enseñó a este periodista polaco. Seguiré persiguiendo todas las verdades, tratando de aproximarme a una. Espero que entiendan todos que… “No es personal solo son…negocios”
Michael Corleone