Ella sonriente me dijo : pruébatelos
Mientras me cambiaba la descubrí tomándome fotos con su celular, les mentiría si les digo que me indigné, al contrario.
El señor equis, es una persona extremadamente celosa, posesiva, soberbia, vanidosa, adicto al cigarro y al Bacardi, hace días me llamó para contratarme y ser la asistente personal de su esposa, la idea no me pareció mala, es una dama que hace laborales altruistas y siempre esta viendo por los demás. Ademas el salario no era poca cosa.
La razón por la que me contrató no fue por mi excelente inglés, ni francés, ni mucho menos por mi IQ, menos por mis redondos y firmes pechos o por mis frondosas caderas, ni por mi espectacular forma de besar, si no por que piensa que desde mi condición de mujer es imposible que su esposa y yo tengamos una relación mas allá de lo laboral.
Debo confesarles que la señora equis es una verdadera diosa, es inteligente, empoderada, reservada, con carácter, con un porte espectacular y lo mejor de todo, tiene unas piernas que pudieran ser esculpidas por un artista romano, pero no todo es perfecto, hay algo en su sonrisa: lujuria y pasión.
Desde el primer día me dio unos regalitos, un reloj Cartier con una notita: (para que llegues a tiempo).
El segundo día encontré en mi escritorio un hermoso ramo de tulipanes rosas , mis favs, una Mac y el ultimo iPhone, con una tarjeta que decía: “PARA LOLITA “
El tercer día estaba en mi casa viendo Netflix y de repente tocaron a mi puerta, era su chofer con una caja rosa, me dijo , se lo manda la señora , obvio estaba bastante sorprendida.
Entré a la casa y de inmediato lo abrí, wow, era una blusa escotada y una falda Guess ,lo cual me haría lucir maravillosa y sensual que hasta podría parar el trafico y cualquier cosa.
El cuarto día se metió a mi oficina, llevaba en sus manos una bolsa de victoria Secret y me dijo: “Abrelo es para ti” , era un hermoso conjunto de encaje negro con un liguero rojo, no pude ocultar mi nerviosismo y me sonrojé.
Ella sonriente me dijo : pruébatelos
Mientras me cambiaba la descubrí tomándome fotos con su celular, les mentiría si les digo que me indigné, al contrario, me mam..
Ese mismo día llegué tarde a casa, me fui directo a descansar, me desmaquillé, me puse mi pijama de lino corta, la cual me hacen ver unas piernas enormes y unos pechos increíbles.
Quedándome dormida empece a soñar con mi jefa, ella apretaba mis pechos mientras mordía mi cuello con su boca tan perfecta, prendiendo cada parte de mi cuerpo y deseando que me tocara más y más.
Desperté con una humedad en los labios, excitada y a la vez confundida por lo que estaba pasando. Me levanté, me di un baño con agua fría para bajar esta calentura que me había provocado el sueño y ella.
Llegué nerviosa a la oficina, entre y cuando ella se acercó a saludarme su mano rozó mi mejilla haciendo que mi piel se erizara; mientras disfrutaba el coqueteo me llegó un mensaje de Tonny Soprano invitándome a cenar y beber vino.
Lo deje en visto y solo pensé pobre wey!!
Relato ficción
