Puebla: municipio pasmado

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Un Plan de Desarrollo Municipal es un conjunto de actividades económicas y sociales sobre las que se rigen los programas y subprogramas operativos que aplican los gobiernos de las ciudades en el estado de Puebla, justamente para eso, para coadyuvar al desarrollo en todos los aspectos. En este sentido, usted que vive en la capital poblana, ¿cree que Eduardo Rivera Pérez está cumpliendo con el encargo por el que está siendo contratado? ¿cree usted que las personas tomadoras de decisiones en el cabildo de la capital poblana están teniendo un desempeño siquiera que los haga pasar de panzaso? Definitivamente coincidiremos en que en esta ciudad hay un presidente capitalino de fotografía y un cuerpo edilicio que lo único que ha pretendido es pertenecer a una “nueva” clase política (en año y medio de gestión) … tache para ellos.

Como sabrá, las opiniones aquí vertidas siempre tendrán un enfoque general que se particularice en aspectos económicos, y para el caso del presidente municipal de Puebla sobran ejemplos para demostrar lo que le acabo de comentar. ¿Qué acciones considera usted que esté realizando el edil para sumar esfuerzos y generar condiciones de mediano o largo plazo que apoyen a la industria automotriz en sus diversas cadenas de producción? La cual, no sobra decirlo, es por mucho el motor económico de la entidad. A manera de paréntesis para que dimensione el tamaño de esta industria a nivel nacional, en 2022 los automóviles y autopartes fueron de los productos más exportados por México, según datos del INEGI y del Banco de México. De la producción total de vehículos ese mismo año (3,509,072), el 14.5% fue producido en Puebla, más de medio millón de vehículos. ¿Por qué pongo este contexto? En 2020, en el marco de la pandemia que azotó a la humanidad, en la ciudad tuvimos un gobierno municipal que reaccionó a la altura de las circunstancias, sin titubear reasignó el recurso público hacia acciones que detonaran una necesaria reactivación económica. A partir de un diagnóstico minucioso, se identificaron las especializaciones sobre las que habría que reorientar el recurso de poblanos y poblanas para generar las condiciones idóneas que permitieran salir de hoyo en el que nos sumió el coronavirus. Se ponderaron las inversiones en obra pública, vinculación laboral, apoyos a comercios y servicios, mejora en los procesos administrativos e incentivos empresariales, bienestar social, impulso al turismo (sector olvidado por la secretaría de turismo estatal y por el gobierno capitalino) y por último FOMENTO INDUSTRIAL. Este último aspecto resaltado, porque es donde el contexto toma sentido.

Teniendo claro que la Industria automotriz es el motor económico de la entidad poblana, máxime de la capital, y que fue necesario reorientar el presupuesto municipal para hacer frente a las exigencias poblacionales de reactivar los más posibles sectores económicos, podemos afirmar que uno de los tantos 10 que se anotó esa administración fue la implementación de una política pública que al día de hoy brinda resultados para presumir, pues con una colaboración inédita entre el sector académico, el empresarial y el gubernamental (el del municipio), se logró poner en marcha el Centro de Innovación y Diseño Industrial, que es un espacio primordialmente de innovación en el uso de las tecnologías dedicadas a la industria automotriz. ¿Y qué significa eso? Este centro capacita y certifica a aquellas personas, empresas o procesos interesados en formar parte de la cadena de proveduría de la industria que más genera ingresos, es decir representa un eslabón que era necesario para brindar herramientas competitivas a la población en general. Bastó tener visión y técnica para poner en marcha una acción que hoy rinde frutos. Al día de hoy, este Centro de Innovación puede presumir de una oferta de cursos y capacitaciones como diseño mecánico, diseño de chapas metálicas, certificación de diseño 3D de partes y componentes, prototipos de partes complejas, etc.

Lamentablemente hoy en la ciudad de Puebla existen infinidad de situaciones que nos permiten sostener que la gente contratada por usted y por mi para generar los mejores escenarios que nos permitan como población acceder a niveles de desarrollo aceptables, se están preocupando por sacarle a los poblanos el mayor recurso posible, basta ver la magnitud de las filas para pagar multas de tránsito, el sobre costo de una herramienta engañosa (chatbot Ángela) de más de 13 millones de pesos y que aún no terminan de poner en marcha, licitaciones turbias y con sobrecosto, aumento en el salario de algunos burócratas y en general, atrocidades en materia administrativa que da como resultado, un NO DESARROLLO y un golpe diario a las oportunidades que usted y yo deberíamos tener.

Hablar de la realidad que se vive hoy en Puebla resulta muy valioso, pues muy pocos medios y personas se están atreviendo.

Gracias por escucharme, verme o leerme. Como siempre le deseo todo el éxito posible.

 

 

Andrés García Viveros

@AndresGViveros