Hoy es #DíadeReyes pufff

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Un 5 de enero por la noche cuando decidía dormir porque Santa Clos ya había cumplido y bien, se me armó una pelea con la señora, los tintes dramáticos fueron lo mejor: ‘No podemos dejar a las niñas sin sus reyes’. Eso dijo y ahí se plantó. No saben.

Como pude rasqué en los cajones ultrasecretos donde tenía mi guardadito y salimos a comprar lo que decían las cartitas.

Por @adangio

 

Hoy me leeré mas amargo que de costumbre y es que veran, los Reyes Magos de acuerdo a lo que nos platican nos dicen que fueron tres: Melchor, Gaspar y Baltazar; sin embargo hay quien me asegura que son 4 y que es el Rey Jacinto el que se perdió y nunca llegó (ese rey me recuerda a aquellos reyes que fueron por los cigarros y no encuentran todavía el Oxxo), de cualquier manera este no es lo que me ocupa.

La historia es lo de menos, lo relevante son las consecuencias que ha tenido esta creencia en los niños y en los padres cumplidores.

Hace muchos años los niños no tenían mayor aspiración navideña que lo que pudiera dejarles ‘el niño dios’, pero de pronto en una excelente manipulación de la iglesia mezclada con la mercadotecnia de la entonces poderosa Tv, apareció ‘Santa’ y los reyes.

Entonces ‘la esperanza y los sueños’ infantiles no tuvieron limites y dejaron de conformarse con el regalito del niño dios y se dejaron venir (sin haberse portado bien) para pedirle regalo a ‘Santa’ y a ‘Los reyes’.

Los pobres padres nada más suspiran con desgano. Ni modo, son gastos que tienen que hacerse para que el niño no se “frustre” y no intervenga el DIF o alguna ‘noble’ institución parecida.

Un 5 de enero por la noche cuando decidía dormir porque Santa Clos ya había cumplido y bien, se me armó una pelea con la señora, los tintes dramáticos fueron lo mejor: ‘No podemos dejar a las niñas sin sus reyes’. Eso dijo y ahí se plantó. No saben.

Como pude rasqué en los cajones ultrasecretos donde tenía mi guardadito y salimos a comprar lo que decían las cartitas.

Era casi media noche y salimos a buscar los juguetitos de moda que estaban agotados o por las nubes. Por fin encontré algo de acuerdo con mi bolsillo, dormí satisfecho de haber evitado un pleito matrimonial y de cumplir como Rey Mago.

Al otro día las pequeñas tenían cara de frustración, los reyes no habían traído lo de la carta, peor aún, para en la tarde ya se habían descompuesto y no pasaron muchos días antes de que estuvieran rotas y aventadas en un rincón.

Todavía tengo un recuerdo anterior.

Durante 4 años siempre pedí un muñeco de moda.

Nunca llegaba, pero nunca dejaba de pedirlo, de pronto un 24 de diciembre llegó y fui el niño más feliz del mundo.

No dejaba mi muñeco elástico para nada. Y entonces sucedió, en pleno 5 de enero en un semáforo un niño se acercó a mi padre y le pidió unos pesos, mi padre no solo le dio unas monedas sino que tomó mi muñeco y de manera bondadosa y sorpresiva se lo regaló frente a mis ojos.

‘Luego te compro otro’ – me dijo- entenderán lo que pasó por mi mente.

 

Disculpen la amargura.

Feliz día de reyes.

 

Mi cuenta en equis: @adangio