Desaparecer en Puebla. La posibilidad de aparecer muerta en una cisterna.

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Dos noticias.

Una buena y una mala.

La buena: Sandra Elizabeth de 32 años, que fue levantada el 27 de abril, apareció el día de ayer.

La mala: Fue hallada muerta dentro de una cisterna en el municipio de Amozoc.

Hasta hoy es el feminicidio numero 33

Pasó un mes para que fuera localizada.

De acuerdo con datos desde 1964, en México hemos superado la cifra de 100,000 desaparecidas. Algunos señalan que son el doble.

Ahí están contabilizadas las 3000 fosas clandestinas, los estudiantes de Ayotzinapa, los pozos que se han vuelto tumbas y las que son halladas en cisternas.

Para el caso Puebla, Tadeo Luna de la Mora, responsable de Seguridad y Justicia del IDHIE, señala que con corte al 1 de julio de 2021, Puebla aporta 2,882 personas desaparecidas.

Estos números reflejan la magnitud de la tragedia que padece un estado acosado por la violencia, peor aún, que no ve como frenar esta ola.

A veces hace chistes simplistas o declaraciones desafortunadas: Se fue con el novio.

El estado politiza el tema y en cada critica, descalifica y piensa que quieren desestabilizar el gobierno.

El infierno que vive la víctima es terrible.

Son aisladas.

Son golpeadas.

Son violadas

La tortura física y psicológica convierten los días en un horror.

La familia también vive su tragedia y ha convertido a muchos de los familiares en activistas, a la fuerza. En medio de su desesperación, se ven obligados a aprender un nuevo lenguaje que les permita entender de desapariciones forzadas, fosas comunes, derechos humanos, identificaciones, peritos, exhumaciones, antropología forense, datos genéticos.

Además luchan contra la indiferencia y burocracia del estado. Pero la desesperación puede mas y se organizan. La prioridad, la exigencia a las autoridades es buscarlos con vida, pero, a sabiendas de que pudieron haberlos asesinado, madres de desaparecidos encabezan la creación de brigadas para seguir pistas y excavar terrenos con sus propias manos, con sus propios recursos. A quienes lo logran, el hallazgo y la identificación de sus seres queridos les permite tener un duelo, hacer un entierro, llorar delante de una tumba. Terminar con la incertidumbre. Saber por fin en dónde está su desaparecido otorga un mínimo consuelo. Un consuelo desgarrador, como hoy, con: Sandra Elizabeth. DEP

 

Mi cuenta en tuiter: @adangio