Si tiene un amigo cultívelo, y es que, ante lo disfuncional del amor, de la familia y del trabajo, los amigos es lo último que queda.
Por @adangio
El principal obstáculo para mantener amistades toda la vida es la pérdida de afinidades provocada por la diferencia de gustos, pensamientos o caminos profesionales. “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”, decía Pablo Neruda y cuando eso sucede, hasta los íntimos pueden volverse extraños.
Esto lo escribo por el reciente día del amor y la amistad, aunque, no les platicaré mis experiencias en cuestiones de amor porque francamente ‘soy un desastre’ y seguramente si mi texto cae con la lectora equivocada se abriría un recoveco para acabar con mi de por si maltrecha ‘honra’ .
La amistad es un camino sin ley, sin reglas ni ataduras.
Nadie nos obliga a llamarnos ‘querido amigo’ -salvo los políticos que hasta se atreven a llamarse ‘hermanitouus’-
Los amigos no vienen de nuestro núcleo familiar, íntimo o doméstico. El amigo o la amiga siempre es aquella presencia a la que nos vinculamos a través de la vida y vendrá de fuera. El vínculo no viene construido, hay que cultivarlo.
En lo personal tengo pocos amigos con los que he creado la aventura de la amistad.
Tengo un amigo al que no veo mucho y que conocí en la universidad, hoy su hija construye una amistad con la mía.
Tengo otro amigo reciente, bebé matcha y un día jugamos a querer conquistar el mundo.
Tengo otro que se siente ‘alienígena’, debe ser por el exceso de ayahuasca, pero es a toda madre.
Podré enumerar al menos una decena de casos más, pero aún se cocina el grado de amistad.
Los amigos nos pueden dar apoyo o acompañamiento, pero cuando la amistad es vista con la idea de “mis amigos son mi salvavidas”, se apuesta por la pérdida de la amistad en sí misma. La finalidad de la amistad no es buscar salvavidas, sino flotar juntos – que cursi, pero toca-
Soy un ‘villamelon’ de Borges pero coincido cuando dice:
“La amistad no necesita frecuencia. El amor sí. Pero la amistad, y sobre todo la amistad de hermanos, no. Puede prescindir de la frecuencia o de la frecuentación. En cambio, el amor no. El amor está lleno de ansiedades, de dudas. Un día de ausencia puede ser terrible”.
La amistad no se debe medir por las borracheras, ni por los favores recibidos y mucho menos por el tiempo, se mide por el sentido de los actos. También debemos entender que las amistades no son eternas. Los amigos pueden durar poco y son aprueba de bala$, hay ‘amistades’ que son eternas y traicioneras.
He visto mesas de ‘supuestos’ amigos reuniéndose con frecuencia y no charlan, solo textean. Es claro que se reúnen para matar su aburrimiento y su soledad.
Cerremos: amigos son aquellos que no se utilizan unos a otros, aunque pudieran hacerlo.
Si tiene un amigo cultívelo, y es que, ante lo disfuncional del amor, de la familia y del trabajo, los amigos es lo último que queda.
Mi cuenta en equis: @adangio